Tercera jornada en búsqueda de los mejores puertos Astur-Cántabros, ya llevamos sobre nuestras piernas, la durísima ascensión a Sotres y la larga subida al puerto de San Glorio. Ahora tocaba subir un puerto imprescindible si se viene a esta zona, estamos hablando de los Lagos de Covadonga.
Material utilizado en el viaje:
- Bicicleta Orbea Avant M20i
- Bicicleta Orbea Avant M20
- Cascos Odin
- Equipaciones Etxeondo
- Zapatillas Catlike
Este era un objetivo claro desde el principio del viaje y nos hacía mucha ilusión subirlos entre otras cosas por toda la historia que lo vincula a las grandes gestas del ciclismo. En la Vuelta a España se ha subido en 18 ocasiones desde 1983 y allí han firmado sus victorias ciclistas de la altura de Marino Lejarreta, Pedro Delgado, Lucho Herrera, Álvaro Pino, Carlos Barredo o Laurent Jalabert entre otros.
Dejamos la furgoneta en Soto de Cangas y desde allí comenzamos con una suave subida que no pasa del 3%, vamos pasando los sucesivos parkings donde obligan a los vehículos a estacionar en verano, para coger el autobús que les subirá sin mucho esfuerzo a ver los Lagos, nosotros continuamos en nuestras bicicletas hacia arriba.
Pasados 6 kilómetros llegamos a la rotonda que donde se encuentra el Santuario de Covadonga y el desvío donde empieza a ponerse la cosa seria para subir a los Lagos de Covadonga.
Enlazamos con una serie de revueltas y pese a que la cosa se ha puesto dura, tenemos la suerte de ir por zona de densa sombra que hace un poco más soportable el intenso calor que hace este día.
Van pasando los kilómetros y de repente frente a nosotros una recta infinita y un cartel del 15% que no augura nada bueno, estamos ante la temida zona de La Huesera, toca agachar la cabeza y sufrir.
Cada pedalada es un mundo y cada vez que levantas la vista ves una recta infinita en frente tuya y cómo los protectores de piedra pasan lentamente a tu derecha y a lo lejos sigues viendo por donde te va a tocar subir después de pasar este duro escalón, realmente en esta parte la cabeza juega un papel fundamental, porque las piernas ya no dan más de sí.
Una curva a derechas y sigues subiendo, no hay descanso, esta zona es realmente dura, a partir de aquí se alternan duras rampas como en el mirador de la reina, con tramos del 15% y descansos que hacen más llevadera esta ascensión.
Los autobuses no paran de pasar a nuestro lado y hace que comamos mucho humo con los acelerones que pegan para poder superar estas duras rampas, es la única pega que tiene la subida a los Lagos de Covadonga.
Llegamos por fin al primero de los lagos, el Enol. Las vistas son espectaculares mires donde mires. un reguero de gente continua por un sendero hacia el siguiente lago, nosotros continuamos por la carretera, que ya de forma más moderada va ganando altura.
Esta parte es para disfrutarla, ya con el aliento recuperado, disfrutamos comentando lo bonita que ha sido esta ascensión y el regalo que nos depara para nuestras pupilas y para nuestras piernas sentarnos a degustar un bocadillo frente al lago Ercina, que nos sabe a gloria. Gran jornada de ciclismo, volvemos a nuestro campamento base felices y contentos.
Puertos subidos: