Tras la dura experiencia de la subida de La Caballar en Sotres, teníamos ganas (por no decir la necesidad) de subir un puerto con menos rampones y más longitud.
Material utilizado en el viaje:
- Bicicleta Orbea Avant M20i
- Bicicleta Orbea Avant M20
- Cascos Odin
- Equipaciones Etxeondo
- Zapatillas Catlike
Al final nos decidimos por un puerto mítico, límite naturales entre Cantabria y León, estamos hablando del Puerto de San Glorio.
Este puerto arranca desde la conocida y turística villa de Potes, de nuevo toca madrugar si nos desplazamos en coche porque las plazas de aparcamiento se cubren rápidamente en época estival.
Este es un puerto largo, en total son 27 kilómetros en los que encontraremos picos del 10% y tramos de descanso. Según salimos del centro de potes conectaremos con la N-621 y ya no la abandonaremos hasta coronar el puerto de San Glorio.
Esta es una carretera con poca densidad de tráfico y en general muy buen asfalto que nos permite rodar con facilidad.
Durante la ascensión pasaremos por pequeñas poblaciones como Valmeo y Naroba, es un puerto con escasa sombra, tan solo al principio del mismo tenemos algunas zonas sombrías, pero el resto del puerto está totalmente expuesto a los elementos.
Es curioso que este puerto solo se haya subido una vez en La Vuelta España siendo de primera categoría, fue en la edición del 2014 y el primero en coronarlo fue el murciano Luis León Sánchez cuando iba escapado junto a otros 13 corredores, la etapa con final inédito en La Camperona fue para Ryder Hesjedal.
Llegamos al municipio de Vega de Liébana, bien merece la pena pararse a echar agua y hacer una visita a esta preciosa zona.
Hago un inciso sobre la ascensión a San Glorio. Cuando terminamos de subir, paramos a tomar unos refrescos en el Mesón La Vega y fueron tan amables y nos gusto tanto que al día siguiente nos presentamos a comer (previa reserva) y tenemos que decir que fue en el mejor sitio que comimos en todo nuestro viaje por Cantabria y Asturias.
Si os gustan los platos de cuchara no dejéis de probar el cocido Lebaniego que allí preparan, exquisito y muy bien de precio, 10,50€ el menú.
Sigo con el relato de la subida a San Glorio, a partir de La Vega podemos decir que comienza lo más duro del puerto, comenzamos a ver que la carretera ya no es tan rectilínea y comienzan las revueltas, aun así todavía quedan 15 kilómetros de subida y las piernas comienzan a resentirse y es que la dureza real de este puerto está en la longitud del mismo.
Ganamos altura y las vistas son realmente espectaculares, tenemos la suerte de que el día anterior estuvo lloviendo y hoy hace un sol radiante y nos permite tener amplias panorámicas del valle y de las montañas que lo circundan.
Pasamos el famoso Mirador del Corzo, el trazo en esta zona es muy bonito, se gana mucha altura a base de unas revueltas muy cerradas, ya queda poco para coronar, pero el último kilómetro a mi se me hace particularmente largo, solo queda agachar la cabeza y ver que aún queda una larga, muy larga recta hasta llegar al final del puerto.
El viento sopla con fuerza, frío así que nos abrigamos, comemos algo de fruta y disfrutamos de las bellas cumbres que hay a nuestro alrededor, un bonito momento para recordar.
Nos volvemos a subir en nuestras bicicletas y disfrutamos de una larga bajada para reencontrarnos de nuevo con Potes. Ha sido una gran jornada de ciclismo, buen clima, buenas vistas y sin ningún incidente.
Puertos ascendidos: