Las aventuras continúan, y de vez en cuando es necesario conocer nuevos escenarios para no aburrirse… Por eso, el último fin de semana de Mayo nos desplazábamos a Asturias para disfrutar de sus increíbles paisajes… y sus muros verticales! Taramundi acogía un año más el Campeonato de Asturias de BTT Maratón, aunque la dureza del trazado y la gran cantidad de pruebas en diversos puntos del país, hicieron difícil reunir la cantidad de ciclistas que este evento se merece.
El sábado tocaba disfrutar del bello pueblo de Taramundi, en compañía de Xisco y algunos amigos más, aprovechando para conocer parte de sus caminos de senderismo y algún que otro museo de productos autóctonos. La pateada por esas cuestas no le haría gran favor a nuestras piernas para lo que nos esperaba al día siguiente, pero nada que una buena 1906 no pudiese arreglar!
El domingo, a pesar de la previsión de lluvia, el día se despertó tranquilo, con buena temperatura y sin rastro de agua. Nos desplazamos a la salida, teniendo que afrontar una buena cuesta de hormigón que nos calentó las piernas ya de primera hora, y al llegar empiezo a encontrarme con caras conocidas, algunas gallegas y otras asturianas; es lo bueno de la bici, que acabamos conociéndonos todos. Surge el primer problema del día, el Garmin no arranca… toca ir a ciegas sin saber ni kms ni desnivel, habrá que guiarse por las sensaciones.
Nos colocamos en los cajones de salida, apenas unas 130 personas, que irían mermando todavía más con el transcurso de los kms… Inicio ya en subida, primero por asfalto, y corta bajada antes de entrar en una pista ancha con buen firme, donde se va dispersando el pelotón. Cojo un ritmo de subida cómodo, pues me han advertido que es larga, pero la comodidad desaparece por momentos a medida que aumenta la pendiente. Tras un buen rato subiendo, pasamos por un pequeño pueblo, para seguir trepando hacia la cima y adentrarnos en una zona de hierba donde apenas se distingue el camino a un km, debido a la espesa niebla. Voy avanzando poco a poco, concentrada para no desviarme y para conseguir afrontar los repechos casi verticales que nos presenta el trazado.
Por suerte, llega una pequeña bajada, sin complicación técnica alguna, aunque toca ir con calma por la escasa visibilidad y, a continuación, podremos rodar durante varios kms por sendero con zonas de sube-baja continuo. Pronto se acaba lo fácil, y toca volver a subir; en este ascenso, nos vamos encontrando con senderistas que nos animan a nuestro paso, cargándonos de energía. Seguiremos atacando varias subidas más, cortas pero intensas, endurecidas en algunas zonas por el barro y la hierba, pero sigo adelante intentando disfrutar del entorno que me rodea.
De pronto, una larga bajada, que culmina en un divertido zig-zag entre árboles, donde me siento algo torpe debido a la piedra mojada, que hace patinar las ruedas y resta seguridad; intento no arriesgar demasiado y voy controlando la velocidad.
Hacia el final de la ruta, el recorrido empieza a suavizar, bordeando un camino paralelo al río, salpicado de repechos cortos, y una última subida intensa nos llevará a los kms finales, que transcurren por la ruta del agua, pasando por varios pueblos de la zona, y haciéndonos disfrutar de unas vistas increíbles. Al llegar a Os Esquíos, bajamos 2 kms por asfalto, enlazamos un pequeño trozo de sendero y una última rampa de cemento nos conduce a meta, donde entro con la máxima satisfacción de haber completado un gran reto. Apenas 54 kms en las piernas, pero sus más de 2.700 metros de desnivel me han dejado KO. Habrá que reponer fuerzas con el pintxeo final y un buen cachopo de postre! Jajajajaja.
Felicitar a la organización por un trazado espectacular y una gran mañana de auténtico BTT, y también a todos los luchadores que consiguieron completar esta hazaña! Repetiremos seguro!!!