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Crónica VolCat 2017 por Silvia Blanco ( Iberobike – BH Bikes by Atika)

Año de aventuras y retos, para vivir sensaciones nuevas en distintos puntos de nuestra geografía… Ese era el objetivo para este 2017, descubrir nuevos escenarios donde disfrutar del BTT. Se acercaba la semana santa, y tantos días invitaban a buscar una opción de carrera por etapas, y la finalista fue la Volcat, que ofrecía un recorrido de pura montaña por tierras catalanas. Tres días conociendo la comarca de la Anoia, cerca de 200 km donde medir tus fuerzas y probar tu grado de técnica…

Más de 1.000 kms me separaban de este nuevo reto, aunque siempre son más llevaderos cuando se hacen en buena compañía, y en esta ocasión viajaba con el mejor compañero, mi compañero de vida, Xisco.

Llegábamos a Igualada el jueves a mediodía y en la zona del Paddock ya se podían distinguir las distintas carpas de los equipos, entre ellas las del Buff Scott. Tras coger los dorsales, nos acercamos a saludar a mi rubia favorita, que ya se encontraba derrochando simpatía entre los presentes. Después de un rato de charleta, tocaba ir al hotel, que se encontraba a unos 20 kms, en la localidad de Collbató. Esta distancia nos obligaría a coger el coche cada día para desplazarnos a la salida, pero el esfuerzo valía la pena cuando el regalo era la maravilla de entorno donde nos alojaríamos; nada más y nada menos que a los pies de la Montaña de Monserrat.

Tras instalarnos en la habitación, decidimos salir a soltar un rato para activar las piernas después de tantas horas de coche, y nos sorprendimos de la gran diversidad de caminos que rodeaban el hotel, aquello parecía un auténtico laberinto que llamaba a perderse. Pero había que reservar fuerzas para lo que nos esperaba en posteriores días, así que paseo relajante y paso por la ducha antes de aprovisionar energía con una rica cena.

ETAPA UNO: LAS CONFIANZAS NUNCA SON BUENAS AMIGAS

Nos levantamos temprano para poder llegar con tiempo a la salida y ver cómo sería el orden de los cajones, más de 1000 participantes hacían temer grandes tapones, por lo que convenía coger un buen sitio. Las chicas teníamos cajón privilegiado, en la tercera posición detrás de los gallos, lo que ayudaba a no quedarse rezagado en los primeros kms; peor suerte tuvo Xisco que salió atrás del todo y tuvo que pegarse un buen calentón para coger una posición decente.

Grandes figuras del ciclismo ocupaban los primeros puestos del cajón, como Claudia Galicia o Susana Alonso, dos máquinas dignas de admiración, entre otras tantas bikers de gran nivel. Dan la salida, y todo el pelotón sale como alma que lleva el diablo; intento llevar bien agarrada la bici y no despistarme para no irme al suelo con los aviones que me van adelantando. Noto las piernas cargadas, pero no van del todo mal; quizás lo de empezar rodando por terreno llano me favorece un poco. En cuanto entramos en pista de tierra, el ritmo se reduce para evitar los choques, aunque por el momento parece que va bastante fluido. Llega un repechaco de elevada pendiente, donde mucha gente echa pie a tierra intentando esquivar a la multitud; por suerte, consigo superarlo sin dificultad, pero con un buen calentón de piernas… jeje. En este punto, coincido con mis compis, Clara y Óscar, que corren en pareja mixta, pero poco durará su compañía, ya que su carburador funciona mejor que el mío…

Entramos en una zona de pista ancha, con continuos sube-baja que van cargando la musculatura, y pronto llegarán los esperados senderos donde disfrutar encima de la bici… En la primera bajada técnica, un escalón algo peliagudo obliga a bajarse de la montura, lo que ocasiona tapones de más de 15 minutos… Las piernas se enfrían y toca volver a calentarlas como sea; eso sí, la bajada vale mucho la pena, aunque un descuido en estas zonas rocosas y los dientes se van a la porra!

El recorrido transcurre por zonas de senderos enrevesadas, tanto hacia arriba como hacia abajo, y la diversión está asegurada en cada punto. El calor aprieta fuerte, y en uno de los avituallamientos incluso se quedan sin agua; toca dosificar lo poco que llevo en el botellín hasta llegar al próximo. Peleo con la siguiente subida, y tras bajar unos kms, en el 45, por fin aparece el ansiado avituallamiento; me hidrato bien y tiro con las energías cargadas.

Cuando la carrera está prácticamente hecha y lo único que queda es disfrutar de unas interminables bajadas, un derrape en una zona arenosa me lleva al suelo, con un fuerte impacto en mi lado derecho. Me levanto asustada y con gran dolor en la mano; un hematoma empieza a ocupar gran parte de la muñeca y temo haberme roto algo… Preocupada, pruebo a subirme a la bici y, a pesar de las molestias, consigo seguir, pero las sensaciones son malas y me temo lo peor. Finalizo los restantes 15 kms, salvando la etapa, y me dirijo a la enfermería directamente.

Por suerte, parece que solo ha sido golpe, aunque deberé andar con cuidado los próximos días.

2ª ETAPA: LUCHANDO CONTRA LAS ADVERSIDADES

Me levanto de la cama dolorida, la noche ha sido larga con la inflamación en el brazo derecho; todavía no estoy segura de poder continuar la carrera, pero lo intentaré. Xisco también tiene algunas molestias físicas, también se topó con el suelo el día anterior, pero de momento aguanta el tipo. Desayunamos y nos dirigimos a la salida pronto, ya que hoy es una hora antes. Por suerte, en esta ocasión, Xisco logra salir en mejor posición, lo que le ayuda a evitar los tapones del principio.

Por la parrilla femenina parece que ha pasado un huracán… vendas, moratones, rascazos; esto parece la guerra!!! Dan la salida, y de nuevo se produce la estampida… Hoy las piernas duelen algo más, pero de momento responden, aunque el brazo parece quejarse algo más y cada rebote me hace ver las estrellas.

Aun así, no voy a rendirme tan fácilmente, hemos venido a luchar y eso haremos! Primer tramo cómodo, con sus repechos y sus bajaditas, y voy calentando un poco… hasta que, de nuevo, toca parada para el café! Tapón enorme, peor que el día anterior, aunque la bajada en sí no tiene demasiada complicación; un tramo empinado de tierra pero sin mucho peligro…
Caminamos un buen rato, y volvemos a retomar la carrera… vuelven los senderos cerrados, con su encanto personal, donde consigo disfrutar a pesar de las molestias; mi cabeza me permite evadirme un poco del dolor al disfrutar de zonas tan divertidas.

Todavía faltan las dos ascensiones de la jornada, cada una con su propio carácter, pero lo bueno es saber que después del sufrimiento de la subida llegará una nueva bajada para soltar la melena!

A partir del km 60, el recorrido consistiría en una sucesión de subidas y bajadas cortas, que irían vaciando el cargador… aunque no faltaron las risas cuando un ciclista que rodaba a mi lado se para en una subida y me regala una amapola! Jajaja.

Que no decaiga la fiesta!

Y, tras algo más de cinco horas de sufrimiento y diversión, consigo cruzar la línea de meta, y de esta vez entera!!!

3ª ETAPA: FINISHER!

Tercer y último día, consigo dormir mejor esta noche y me levanto con algo más de energías. Xisco no tanto, y decide no correr, pues tiene unas molestias importantes que le impiden sentarse en el sillín. Hoy le tocará estar de animador… qué se le va a hacer!

Llegamos a la salida temprano, y podemos ver que el volumen del pelotón ha disminuido bastante, es una carrera de eliminación… jajaja. La salida resulta más tranquila que días anteriores, y consigo mantenerme a un ritmo decente, a pesar del cansancio acumulado en las patas. El recorrido empieza de la misma forma que el primer día, para luego embarcarnos en un auténtico recorrido de XCO, con saltos, bajadas extremas y senderos de belleza incomparable.

Repechacos empinados, donde la gente anima a voz en grito, y que nos hacen ir a ritmo caracol, para pronto empeorar y llevarnos a un camino estrecho con piedra resbaladiza y pendiente de vértigo. En este punto, aprovechando la semana santa, toca hacer peregrinación y, de paso darle a la sin hueso con los bikers que van al lado…jajaja.

Viene la bajada, larga, técnica, con un poco de todo, pero divertida a más no poder! Me dejo llevar, aunque sin perder la concentración para no liarla de nuevo.

Etapa rápida de 42 kms, donde los primeros bajan de las 2 horas, pero con algunas zonas complicadas y sus señores repechos. La disfruto al máximo, y ya consigo palpar esa camiseta de Finisher! Me exprimo en los últimos kms como si no hubiese un mañana y mi cara de felicidad al dar por completado este nuevo reto lo dice todo!

Tras una ducha relajante, pudimos disfrutar del Eliminator, donde los mejores, tanto en categoría masculina como femenina, se medirían para decidir quién era el más fuerte… menud@s máquinas!!!

Felicitar a las fieras de Iberobike, Clara y Óscar, por su segundo puesto en pareja mixta, y a Alexander Ordeñana, que se hacía con el 3ª puesto en Máster 30, pedazo campeones!!!

Gran carrera y gran ambiente entre los participantes… además de mucho pata negra! Recorridos de 10, por un entorno de tranquilidad absoluta y enorme belleza, recomendable al 100%!!! Está claro que los 2.000 kms de viaje valieron la pena!