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Crónica 24h Madform BiCircuit 2017

Llegó el día. Uno de los grandes objetivos de este año, porque me quedé con ganas el pasado, porque el reto ya es acabar las 24 horas, porque cambias de formato de carrera, porque estas dentro de un circuito mítico donde corren los grandes del automovilismo, y por mil cosas más.

La noche de antes se duerme poco (cuando tendría que ser lo contrario sabiendo lo que te espera) por los nervios de un gran evento, por el “que no me deje nada”, porque la cabeza va a mil pensando y repasándolo todo.
A las 9am ya estábamos en el circuito ¿y porqué si nuestra carrera empezaba a las 12? Porque es mejor que sobre tiempo que no que falte.

Montaríamos el chiringuito para afrontar las más de 24 horas que pasaríamos en ese box, la mesa de camping con la comida, la bebida en su cubo lleno de agua y hielo, nuestras respectivas bolsas de ropa repartidas por los rincones, el alargo del enchufe que parecía una central nuclear con tanto cable y cacharro enchufado, etc. Como luego vimos, éramos unos principiantes porque paseando por la línea de boxes, otros equipos habían montando carpas dentro con calefactores, tenían neveras de camping, cafeteras, y nosotros con una esterilla de gimnasio, una hamaca y cuatro sillas duras de madera. Menos mal que Pepe, compañero de equipo, pensó, trajo un colchón y lo dejó en la furgo. Eso nos salvaría las pocas horas de sueño que hubo.

No íbamos con ningún objetivo marcado, simplemente a acabar (que no es poco) y a disfrutar de la experiencia, y habíamos comentado de hacer relevos a cada hora, así haríamos unas seis tandas de una hora cada uno. Sencillo, no?
Y quién sale primero? “Pepe, te ha tocado”, es perro viejo y sabe pelear bien la posición, después saldría yo (Víctor), Irene en tercer lugar y Adri para acabar la ronda.

Quedaban muchas horas por delante y mientras se preparaba Pepe para salir, el resto pasamos el rato relajándonos al sol, charlando con el otro equipo con el que compartíamos box, y viendo la carrera de Brompton que empezaba a las 11h. Es un espectáculo ver a hombres con traje y pantalón corto con botas de bici y a mujeres con vestidos y zapatos de tacón, montar esas bicis en miniatura ideadas para la ciudad y ponerse a correr por el circuito. Y no veas cómo corrían…

12h – Hora de la verdad. Salida tipo LeMans, yo aguantando la bici a un lado de la pista, Pepe junto al resto de corredores al otro lado, pistoletazo y a correr (literalmente) para llegar a la bici, subirse e intentar no perder el pelotón.
Tal y como me explicó después, la tanda fue bastante relajada, algunos apretones en las subidas en las primeras vueltas y después totalmente cómodo dentro del pelotón de cabeza con fuerte viento de cara. Pasada la hora entra para hacer relevo con ganas de más.

13h – Me toca. Nervioso, emocionado, fresco y con ganas. Salgo en tierra de nadie y tiro con fuerza para intentar cazar al pelotón. Tengo que decir que en el circuito, aunque los veas a 500m te puede costar fundirte para pillarlos y porque ellos van relajados a medio gas. Sufrimos mucho viento de cara (igual es una ligera brisa pero allí parece un huracán) mientras voy adelantando a corredores sueltos y se suman al carro. Me cuesta dos vueltas casi sin relevos cazar al pelotón que va totalmente relajado. Después de unos minutos a rueda descansando me da la sensación que vamos parados y sin querer me planto en cabeza del pelotón tirando con todo. Oficialmente voy primero y esa sensación nadie me la podrá quitar. Entro en boxes a hacer mi relevo con ganas de haber hecho más.

Tras unos minutos en el box reponiendo fuerzas llega un comisario de carrera con una sanción por exceso de velocidad en el pit-line (20km/h), por suerte sólo era el primer aviso, al tercero habría vuelta perdida de sanción. Creo que en esa vuelta caímos muchos porque no sabíamos donde estaban esos límites y recuerdo que poco antes de la línea que marca el final me aceleré y pasé sobradamente de los 20km/h.

14h – Turno de Irene. Sale en tierra de nadie. Se pasa cuatro vueltas dando relevos con otro corredor hasta que le caza un pelotón. Después a rueda hasta el cambio.

15h – Adri. Como nos pasa a todos salimos y no hay nadie cerca. Sufre sus tres primeras vueltas totalmente sólo y con fuerte viento de cara, totalmente fuera de punto. Lo caza un pelotón y la cosa cambia. Aguanta el ritmo mucho más cómodo hasta el cambio.

16h – Pepe. Se pasa casi toda su tanda sólo y pasando a gente, sin entrar en grupo hasta la última vuelta, justo cuando tiene que entrar a hacer el relevo.

17:15h – Víctor. Me vuelve a tocar salir sólo. Me paso 50min desfondádome por recuperar terreno y pasando a corredores que se me van poniendo a rueda. Consigo contactar con un pelotón y me quedo unas tres vueltas escondido descansando. Como ya me tocaba salir intento saltar para que cuando entrara Irene pudiese meterse en el mismo pelotón pero nada, estoy KO y empiezo a notar el nudo en la garganta.

18:30h – Sale Irene. Suma un par de vueltas a relevos con otro corredor que entra en boxes y después a rueda de un pelotón.

19:30h – Adri. Se acerca la noche y ya es obligatorio llevar las luces encendidas. Se pasa toda su tanda tirando de gente él sólo. A todos los que iba adelantando iban más lentos y ninguno le da un relevo.

20:30h – Pepe. Una tanda mucho más tranquila. Sale junto a otro corredor y viendo venir el pelotón se dejan cazar. Después, cómodamente a rueda.

21:35h – Víctor. Noche cerrada y otra tanda cómoda ya que me cuesta una vuelta a fuego cazar al pelotón pero después cómodamente a rueda dosificando fuerzas.

22:50h – Irene. Otra tranda tranquila, a rueda de pelotón.

00h – Arranca la carrera para los que compiten en 12h y se forman más grupos en pista. Adri sale y le pasa un pelotón demasiado rápido y no puedo engancharse pero por suerte es cazado por un segundo que ahora sí, se engancha y pasa su tanda volando por la pista enganchado a rueda. Se nota los que entran frescos.

1:15h – Pepe. Otra tanda cómoda de hora y cuarto.

Durante este tiempo, desde que acabé mi tanda casi a las 23h, después de cenar un plato de pasta, me fui a la furgo a echarme una cabezada. La temperatura había bajado y hacía bastante fresco pero tapado con manta y con el plumón puesto consigo echar una cabezada de una horita. Me pongo el despertador para que no se me pasara la hora y al despertar tengo una pereza… Por suerte, al bajarme y volver al box se me pasa todo. Empiezo a picotear algo mientras preparo el bidón, luces, gps, etc, me visto y empiezo a calentar en un RooDol que nos cedieron para la ocasión.
Es un rodillo muy práctico para llevártelo a las carreras. Ligero, compacto y sencillo de montar pero al ser de rulos cambia mucho el cuento de los estáticos. Te cuesta un rato cogerle el punto pero después se hace muy natural. Mientras tengas un punto de apoyo cerca no hay problema (como en el momento de la foto)

2:30h – Me toca volver a salir, y revisando las clasificaciones vemos que vamos terceros de categoría y que los cuartos los llevamos pegados, a una vuelta, pero pegados, así que salgo a intentar marcar distancia, remando contracorriente, sólo, apretando y dosificando según el tramo, controlando fuerzas. Consigo enganchar un pelotón pero van muy suaves, decido seguir y me dejan irme. Controlando las luces decido adelantar una vuelta mi parada para que Irene pudiera entrar cómodamente en el gran pelotón pero mi padre, que estaba en ese momento controlando al corredor de pista (o sea, yo) no entendió el gesto que hice de “entro en la siguiente vuelta” y tras casi desfondarme para ganar metros antes del relevo, entro a boxes pero Irene no estaba ni vestida. Fuck! Una vuelta más. Y cuando entro al trazado de nuevo veo como llega el pelotón a recta. Joder, estaba clavado para que se dejara cazar y tener una tanda cómoda pero nada, fuera lamentaciones, vuelvo a apretar con ganas echando el resto para intentar sacar distancia pero el tiempo perdido por la velocidad limitada del pit-line marcaría la siguiente tanda y la distancia ganada con los cuartos.

3:45h – Irene. No consigue entrar en el pelotón y sufre las primeras vueltas ya que sale casi sin calentar y le duele la pierna de una antigua y recurrente lesión. Después, todo ok hasta el cambio.

En este rato de espera entre trandas, me cambio y me pongo otra equipación seca ya que con la cosa de “hace frío” había salido con la chaqueta de invierno y había sudado muchísimo pero por alguna razón, cuando estás en pista no hace tanto frío como puede parecer. En mi tanda de las 21:30h (como veis en la foto de más arriba) llevaba equipación corta con manguitos y una camiseta mágica de esas de rejilla que me regaló Corvi al hacer mis equipaciones personalizadas, que te mantienen el calor corporal pero a la vez son totalmente transpirables. Total, que aunque la temperatura no superase los 5ºC se podía salir a pista perfectamente vestido de primavera. Claro que también, yo hacía tandas de una hora a fuego y luego entraba, pero para los que se pasaban muchas más horas en pista iban bastante más abrigados.
En este rato también aproveché para echarme una cabezada de hora y media ya que llevábamos muchas horas despiertos y acumulando cansancio.

4:45h – Adri. Tanda sin complicaciones. Sale sólo a buen ritmo hasta que es cazado por un pelotón donde tras cuatro vueltas se rompe y se mantiene con los de cabeza. Aguanta a rueda. De menos a más.

5:55h – Pepe. Sale sólo y aprieta para cazar a un corredor que acababa de pasar lanzado. Van pasando los metros y se va formando un grupo de unos quince corredores y el resto de la tanda la pasa haciendo relevos mientras va amaneciendo.
Es una preciosa sensación estar ahí y ver como va arrancando el día, cómo va ganando la luz a la oscuridad y todo ello después de todas las horas que llevábamos ya.

7:15h – Víctor. Me toca salir y como casi siempre en tierra de nadie. Aprieto con fuerza pero controlando de no morir en el intento. Me cuesta vuelta y media cazar al pelotón que veía delante pero van muy relajados y tras descansar un poco después del esfuerzo de pillarlos, y a todo esto, como seguimos jugándonos el podium de la categoría por poco más de una vuelta, decido ponerme a tirar. No paramos de pasar gente que se van sumando al tren. Nadie me releva y cómo es normal no puedo mantener el ritmo indefinidamente cuando me aparto para que pasen tampoco llevan ritmo así que recupero un poco me pongo a tirar otra vez. Tras tres vueltas dejándome la piernas corto gas y me dejo caer al medio del pelotón y charlando con uno resulta que es el pelotón de cabeza, donde está el equipo que lidera la clasificación general y el de parejas, donde están muchos de los primeros clasificados en individual. Madre mía, con lo que llevan ya a cuestas como para no ir relajados antes de que llegara yo con mi aceleración.
En fin, tras descansar una vuelta entera a rueda y quedándome dos para volver a entrar decido apretar con el resto para lanzarlos. Total, igual que mi equipo se está jugando la posición, ellos también, y como a rueda se aguanta perfectamente me castigo yo tirando delante del trenecito para que ellos, que llevan muchas más horas que yo, puedan sumar unos kilómetros más sin sufrir.

8:15h – Última tanda para Irene. Sale y engancha un pequeño grupo de tres corredores donde está el quinto de individual (que se ha descolgado del pelotón donde íbamos antes) y a pesar de todo llevan buen ritmo.

9:10h – Última tanda para Adri. Me comenta antes de salir que está destrozado de piernas (ya se había hecho un masaje que nos regalaba Madform a cada corredor y se acabaría haciendo el mío también después), que empieza a sufrir amagos de rampas y que en esta tanda relajará un poco pero no, le preparo el bidón con una pizca de sal, una cucharada de carbohidratos en polo y un poco de isotónico para sobretodo darle algo de sabor, y se acaba cascando su mejor tanda, y todo ello sin llevar una rueda con su mismo ritmo.

10:15h – Última y cómoda tanda para Pepe, primera vuelta sólo (cómo se ve en la foto) y después a rueda de un gran pelotón.

11:15h – Esto se acaba, última tanda para mí y para todos. Me dejé cazar y me vi metido en un pelotón con ganas de bronca, a un ritmo que me costaba mantenerme a rueda, donde llovían los cuchillos en cada subida, donde me dejaba la piel para no descolgarme. Van pasando las vueltas hasta que vemos el contador a cero y sabemos que nos queda la última. En la subida de final de recta viene el primer ataque que aguantamos perfectamente, curva cuatro, cinco, bajada, curva seis, siete, la segunda subida del trazado, ataque, apretando los dientes aguanto como puedo, curva nueve, larga recta donde no dejan de empujar, curva diez (curva La Caixa) y último repechón, ataque demoledor donde caemos la mayoría. Ahora ya, sabiendo que mantenemos la tercera posición de categoría me relajo y me dejo caer hasta meta.

FIN.

Finaliza una de las grandes de mi humilde temporada con una gran satisfacción, 12º de la genera y 3º de categoría ACTITÚ (donde competíamos con Valentí Sanjuan y los suyos) pero que como después nos dimos cuenta sólo subía al pódium el ganador de esa categoría. Vaya! Para uno que conseguimos y no sirve. Jajajaj.
Luego vienen los “y si…” Y si hubiésemos competido en categoría T4 normal hubiésemos quedado cuartos y subiríamos al podium como equipo mixto pero claro, a toro pasado…
En fin, nada más que lamentarse, lo dimos todo, nos dejamos la piel en ir lo más rápido posible aunque muchas veces nos tocara remas solos, luchamos hasta el último momento por mantener la tercera posición que tan a gloria nos supo, disfrutamos del ambiente y de la magia del circuito, y a pesar de que pueda parecer aburrido y pesado estar 24 horas dando vueltas al mismo sitio os juro que no lo es. El tiempo pasa volando entre que te preparas, calientas, sales, entras, te cambias, comes, saludas y hablas con toda la gente que se acerca a verte, te asomas al muro de pista para ver pasar a tu compañero, revisas tus tiempos, los de tus rivales… Haces mil cosas y cuando te quieres dar cuenta te toca volver a salir.
Sin duda es una bonita experiencia que sin duda quiero repetir y si todo va bien repetiré el año que viene. Ahora ya se lo que es disfrutar en equipo de cuatro, de cara al año que viene apretemos un poco más la tuerca y hagámoslo algo más épico, así que en parejas. Ahora sólo me falta liar a alguien…

Y para acabar agradecer enormemente a Iberobike y Madform por darnos la oportunidad de disfrutar de esta experiencia única, a RooDol por prestarnos uno de sus rodillos tan prácticos para la ocasión y a todos los amigos y familiares por acercarse a saludar y apoyarnos en nuestra locura.