La quinta etapa con destino a Karltern, precioso pueblo del Tirol, italiano en principio parecía que por ser corta, 68 kilómetros, podía ser fácilmente asequible pero no ha sido así.
Primero salimos de Sarntal directamente a una estrecha carretera que sube primer puerto con un ascenso acumulado de 1.000 metros, espectacular paisaje de alta montaña que culmina en Stoanane Mandln.
Y aquí empieza lo bueno, barro, agua, piedras , y un entramado de descensos continuados que son el goce máximo para los que nos gusta bajar.
El problema ha sido que en una caída he roto de cuajo la maneta del freno delantero, y al ser en el primer tercio de carrera y ver cuál era el estado general de las bajadas, ya me he hecho la idea de que iba a ser complicado.
Y no me he equivocado, ha sido una salida con un ascenso de 2700 metros y un descenso de 3300 metros acumulados, hemos continuado por senderos dentro de bosques muy húmedos, tramos a pie en pasos difíciles, espectaculares caminos con rocas y raíces, caminos de grava rodeados de frondosa vegetación, a medida que descendemos entramos a pequeños pueblecitos donde siempre hay alguien de la organización en cada cruce con bandera roja indicando el sentido de la marcha.
Después a por el segundo puerto, 6 kilómetros entre avituallamiento y avituallamiento, cuando en toda la etapa solo hay tres, te hace pensar que la subida será dura y o ha defraudado.
Y en la última parte senderos serpentados entre frondosos árboles para gozar, aunque en mi caso sin freno delantero y con problemas en el trasero los he bajado despacio.
En fin que al principio parecía que esta Transalp iba a ser tranquila y nos está dando guerra.
Finalmente hemos llegado a Karltern con regalito incluido antes de la meta, 500 metros de subida pera dejarte lo que te queda y donde mi Team Partner Jordi, me estaba esperando sin saber lo pasado, y es que al principio de la carrera nos hemos perdido, otro error más para aprender.
