Ni voy a ser profesional ni tampoco el mejor de mi portal, ni tan si quiera pretendo ganarme a mi mismo.
Todo comenzó en los cambios de bicicletas con los cableados por dentro del cuadro.
Algunos partían desde el tubo diagonal, y poco poco fueron apareciendo otras opciones como las que comenzaban a ocultarlos desde la pipa de dirección o el tubo superior.
En la mayoría de cuadros, estos no llegaban ni tan si si quiera al cambio trasero, pues volvían a salir a la luz por el eje de pedalier u otras virguerías. En el manillar, todo estaba como hasta ahora.
¿Ventajas de esto?, cero. ¿Inconvenientes?, muchos.
Tras esto, llegó el turno de los latiguillos de freno. La cosa aquí ya rozaba lo absurdo, pues con los frenos de disco ya implantados en la mayoría de bicicletas, el mal denominado cable de freno, que es una funda que va de la maneta a la pinza de una sola pieza, no tiene posibilidad de que la suciedad entre dentro, ni chorradas similares.
Los problemas de manteamiento que provocan estos cableados internos, los conocemos, no hace falta entrar en detalles. Y si los mecánicos se quejan, no es por gusto…
Cuanto más se tarde en reparar una bicicleta, más vas a pagar de mano de obra, y de pequeñas piezas que antes no existían
Ya con todos los cables por dentro del cuadro, sea cual sea el tubo por el que entran o salen, parecía que no había más vuelta de tuerca al asunto. Pero…
Con la aparición de las famosas bicicletas Aero en carretera, que ahorran 10 segundos cada unas cuantas decenas de kilómetros siempre que ruedes a más de 30 km/h de media y haga viento, llegó la moda de ocultar todos los cables del manillar. Madre de dios…
Ocultar los cables sea como sea, para que la foto de la bicicleta en el catálogo y la página web parezca que reluce aún más y entre por los ojos al comprador, por que si necesitas llegar 10 segundos antes a la cafetería o a casa…
Una bicicleta es bonita, con cables por dentro o por fuera
¿Estética?.
Vale, compramos barco, una bicicleta con los cables por dentro «parece» (nótese las comillas) más limpia, menos enredosa, más estilizada.
Y haciendo memoria, solo se me han enganchado los cables del manillar cuando junto mi bici con otras para guardarlas en algún lugar, montando, en la vida.
Pero amigos, hablamos de una bicicleta, con su mecánica y sus diferentes piezas y cables, incluso con los cambios eléctricos.
Llevar todo por dentro no la hará más bonita y si más complicada de reparar y de mantener nosotros mismos.
Ahora llega la moda al mountain bike de ocultar también todo del manillar con excusas como que no se engancharán con las ramas, la aerodinámica y la limpieza de líneas.
Yo no se tú, pero yo mi bicicleta, si no es entera vía WIFI o bluetooth, o sea, si tiene cables, no quiero que vayan por dentro del manillar, la potencia, la dirección o el cuadro. Quiero verlos, y ver su estado, y poder repararlos en cinco minutos, y que el mecánico no me cobre 3 horas de mano de obra por cambiar una funda.
