La ciudad de Oslo continúa siendo la punta de lanza europea en la búsqueda de ciudades más respetuosas con el medio ambiente, donde los peatones y las bicicletas tomen un papel principal en los desplazamientos urbanos.
En la hoja de ruta de la ciudad noruega está la de erradicar los coches en el centro de la ciudad.
En un primer planteamiento se propuso la prohibición total de la circulación de vehículos por el centro urbano, medida que ocasionó un gran revuelo en el sector comercial y en algunas agrupaciones vecinales.
Tras varias reuniones, replantearon su postura y pensaron que el proceso debía ser más paulatino ¿la solución? eliminar las plazas de aparcamiento de forma progresiva. Las plazas de garaje han pasado a ser, en la mayoría de casos, carriles bicis.
Esta es tan solo la primera fase, donde tampoco han tenido contemplación con los coches eléctricos, pese a que son más respetuosos con el medioambiente y esperan que en Oslo para 2030 todos sean eléctricos, no puede haber cabida para todos y esta restricción también les afecta.
El objetivo es ir analizando como funciona este sistema de eliminación paulatina de plazas de aparcamiento, para finalmente comenzar a un proceso de prohibición de la circulación de coches total por la ciudad, donde también se ha incluido a los vehículos de reparto.
Paralelamente se ha puesto en marcha varias experiencias piloto para incluir el reparto de mercancías dentro de la ciudad de Oslo en bicicleta mediante el uso de bicicletas de carga y erradicar el reparto en furgoneta, que es en la línea que está trabajando la Unión Europea.
En una segunda fase que dará comienzo en 2018, aumentarán el número de calles peatonales, quedando totalmente cerradas a los vehículos y se ampliará la red de carriles bicis.
En 2019 analizarán los resultados obtenidos y contemplaran la opción del cierre total de la circulación de coches, o por el contrario seguir una línea más blanda pero encaminada de igual forma al cierre de la circulación de coches por la ciudad.