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Detalles que nadie se fija. Espectacular esprín en la Tirreno Adriático

La seguridad de algunos recorridos ciclistas sigue en entredicho. Las llegadas al esprín aún pueden mejorarse para hacerlas más seguras.

Ayer comenzó en Italia la 55.ª Tirreno Adriático, competición ciclista en bicicleta de carretera que durante una semana sirve como toma de contacto previa al próximo Giro de Italia 2020.

Aunque hubo algunas fugas durante los 133 kilómetros de recorrido de la primera etapa, finalmente se llegó a Lido de Camaiore al esprín.

Cuando parecía que el colombiano Fernando Gaviria se iba a alzar con la victoria, apareció de la nada un Pascal Ackermann, quien sin tan si quiera ponerse de pie sobre la bicicleta o hacer el típico gesto de riñón lanzando la bicicleta, ganó por un cuarto de rueda sobrepasando a Gaviria justo en la misma línea de meta.

Recordó mucho a la pasada victoria de Caleb Ewan en la tercera etapa del Tour de Francia, ya que la facilidad con la que vino desde muy atrás, adelantando por un hueco entre la valla publicitaria y el resto de los corredores, fue muy similar.

Y aunque ya han pasado varias semanas, todos tenemos muy recientes las imágenes de la brutal caída al esprín de Jakobsen.

Bien, en el esprín de ayer en la Tirreno no hubo codazos ni malos gestos, y pese a que la llegada era ámplia, llana y en línea recta, siguen habiendo elementos que ponen a los ciclistas en peligro innecesariamente y otros que se pueden mejorar con sencillos cambios.

Y esto no se trata de rizar el rizo, sino de hacer las cosas bien desde un comienzo y no cambiarlas solo cuando fallan y hay catástrofe.

Una de ellas son las vallas publicitarias, cuyo sistema ha mejorado en los últimos años eliminando los peligrosos pies que sobresalían.

Pero ya hemos visto en varias ocasiones que las manos de los espectadores, muchos alargándola hacía dentro del circuito para tomar la foto de rigor sin ni si quiera prestar atención a los ciclistas, las banderas que estos portan, objetos que se caen al asfalto, etc, han provocado diversas caídas, la mayoría de ellas evitables.

En la toma aérea de la llegada de ayer, justo a unos 100 metros de la línea de meta, las vallas publicitarias tienen justo un pequeño saliente, seguramente provocado por utilizar un tipo de valla diferente o distinta forma de colgar la publicidad.

Esto, viendo por donde adelantan los ciclistas, no se debería permitir, aunque sean dos centímetros de saliente, los ciclistas pasan al límite, y como ellos mismos comentan, rozan las vallas publicitarias en más de una ocasión.

¿Como se pueden evitar más caídas innecesarias en los esprines?

  • Colocando una doble valla, donde los espectadores se encuentren al menos a metro y medio de la valla publicitaria y detrás de otra valla. Ahorraras sustos y ahora también posibles contagios.
  • Evitando salientes de cualquier tipo como el visto ayer en la Tirreno Adriático.
  • Ensanchando la calzada justo después de la línea de meta, y no haciendo un embudo. Esto permitiría que los cámaras de foto y vídeo se pudiesen colocar a los lados de la calzada como ahora, pero fuera de la trayectoria de los ciclistas y de la línea recta de las vallas publicitarias.
Llegada de ayer en la Tirreno Adríatico con fotógrafos y personal de carrera a escasos metros tras la línea de meta.

  • No permitiendo estar a nadie en los siguientes 200 metros tras la línea de meta, incluidos los diferentes cámaras y jueces. Hay medios de sobra para colocar a estos. Los ciclistas se pueden dejarse caer, pedalear o salirse por fuera de las vallas publicitarias por las puertas delimitadas para ello que estarán alejadas de la línea de meta o felicitarse entre ellos sin agobios.
  • Líneas de meta en ligera subida siempre que fuese posible.
  • Evitar cualquier tipo de curva justo antes o después de la línea de meta.
  • Cualquier vehículo que cruce el arco de meta debería hacerlo al menos 5 minutos antes de la llegada de los ciclistas, incluidos los de los jueces. En el esprín de Caleb Ewan en el Tour se aprecian dos de ellos parados con medio coche dentro de la calzada justo tras el arco de meta.

Seguro que existen más medidas y también seguramente algunas de estas no sean del agrado de muchos, pero aquí no se trata de agradar o facilitar, sino de la seguridad de los ciclistas.