Viendo las imágenes del vídeo, no cabe deuda de que el 100% de la culpa de este brutal atropello a un ciclista en un cruce regulado por semáforos, es del conductor del coche que lo atropella.
Aún así, el odio al ciclista aparece de lo más rastrero de algunas personas para culpar al ciclista de lo ocurrido, o a el resto de usuarios de la vía que se encontraban en el lugar.
Las imágenes hablan por si solas.
Se trata de un semáforo del tipo «Toucan«, que traducido al castellano y vulgarmente, quiere decir que «dos pueden» (two can), es decir, peatones y ciclistas pueden cruzar cuando se pone en verde para ellos.
En este tipo de intersecciones, normalmente con vías ciclistas que las atraviesan, al estar reguladas por semáforo, el cual se activa mediante un botón por quien quiere cruzar, los ciclistas tienen permitido cruzar montados en bicicleta y compartir el espacio respetando a los peatones.
En concreto, el cruce está situado en la A194 en Lindesfarne, al noreste de Inglaterra.
El ciclista ha venido todas sus bicicletas tras ser atropellado pese a no haber realizado nada incorrecto
El ciclista, que es quien graba el vídeo con su cámara de acción colocada en la bicicleta, espera al igual que los peatones su turno para cruzar.
Un camión se detiene al ponerse el semáforo en rojo, y viandantes y ciclista comienzan a cruzar.
Siete segundos después de haberse tornado rojo el semáforo para los vehículos motorizados, aparece un coche a gran velocidad, llevándose por delante al ciclista, quien con su golpe, evita que los peatones sean arrollados.
El suceso, además de las lesiones sufridas por el ciclista, quien parece que podrá recuperarse, termina con 6 puntos menos en el carnet de conducir y una multa de 250 libras, unos 280 euros para el conductor por conducción negligente.
Según el compañero de quien ha hecho público el vídeo, el ciclista ha decidido vender todas sus bicicletas por el miedo que siente al utilizarlas tras ser atropellado.
— Cyclists love car drivers (@CyclistsCar) February 24, 2023