Domingo 24 de febrero, 3:45 a.m. – Suena el despertador. Es hora deponerse en pie, desayunar y coger ruta dirección Madrid. Destino: II Rally de Galapagar, 1ª prueba puntuable del Open de Madrid XCM.
Primera parada: León ciudad, donde nos reunimos los 3 leoneses decididos a correr el Open, Javier Puente (Red Ciclista – Fuji), Vicente Pablo Casado (Ciclos César) y yo, Sara García (Iberobike – Boamorte). Por delante unas 3 horas de coche, en las que el termómetro oscila entre los -4 y -5 °C durante todo el camino.
Llegamos al velódromo de Galapagar sobre las 8:45, donde nos encontramos con el cuarto representante leonés David Ortega (Paraíso Cantinas). El día estaba soleado pero muy frío, con bastante viento de componente Norte ayudando a que la sensación térmica fuera más baja aún. Fuimos directos a la recogida de dorsales, que es lo que puede llevar más tiempo, y tuvimos suerte ya que a esa hora la cola no era muy larga, pudiendo hacer el trámite relativamente rápido y seguir con los preparativos (visitas al baño de rigor, preparar bicis, ponernos la equipación, etc.). No tuvieron la misma suerte los que esperaron a recoger el dorsal a partir de las 9, pues el sistema de recogida se colapsó, formándose colas de espera que obligaron a retrasar la hora de salida de la carrera.
El recorrido, de unos 60 km y 1000 m de desnivel, comenzaba como en la edición 2012, con una salida neutralizada por las calles de Galapagar, caracterizada por los típicos tapones, arrancadas y frenazos, corredores por las aceras, y barullos de gente y nervios. Como era mi inicio de temporada, y este año voy algo retrasada con el entreno respecto al año pasado, estaba en la parrilla de salida un pelín tensa y quizás salí demasiado fuerte para mi estado de forma actual y en frío (no me dio tiempo a calentar). Todo ello unido a los cambios de ritmo iniciales, tuvo un resultado no deseado: mis piernas empezaron a “petarse” ya sobre el kilómetro 20, al final de la primera subida, lo que me obligaba a bajar el ritmo. En esa zona, entre la primera subida y la segunda, me daba alcance Nuria Jiménez (LTMRacing – Santacruz).
A lo largo de todo el circuito se fueron intercalando tramos de amplias pistas rodadoras con otros de senderos culebreros muy divertidos, en los que me lo pasé francamente bien, descubriendo en la Boamorte RZ1 su faceta de gran manejabilidad. Si no fuera porque en el último tramo de senderos ya iba con mucho dolor de piernas, la sensación hubiera sido de plena euforia. Después de esas última veredinas, ya solo quedaban unos 6 km de pista hasta meta, picando para arriba salvo el kilómetro final. Al igual que en la pasada edición, se me atragantaron, aunque esta vez tuve la suerte de contar con el apoyo de Vicente Casado (Ciclos César), y pude terminar en tercera posición.
Durante toda la carrera, el terreno estuvo bastante duro gracias a las fuertes heladas de los últimos días, con tan solo pequeños tramos con algo de barro un poco más blandos y algún que otro charco. Las lluvias de principios de semana se notaron especialmente en los dos pasos de río, que llevaban algo más de agua que el año pasado, y dadas las temperaturas no apetecía mucho mojarse.
Destacar el buen trabajo de la organización en general, con un recorrido perfectamente señalizado, y personal en abundancia en cruces y puntos clave, lo que ha solucionado los incidentes por pérdidas y atajos de la pasada edición.
El primero en cruzar por línea de meta, con un tiempo total de 1:57:43 y una media de 30.5 km/h, fue el élite Paco Mancebo (5 Hours Energy by Kenda), a pesar de llegar por los pelos a la carrera pues su vuelo aterrizaba en Barajas a las 7:00 a.m. Le seguían en la general Héctor Guerra (G.D. Orquin) de categoría Master 30 a 2 minutos, Alejandro Carrión (Molero Bikes Team) a 5’04”, ocupando la segunda posición del cajón en Élite, y Jose De Segovia (Super Froiz) tercer élite a 9’32”.
En Féminas Élite, Nuria Jiménez (LTMRacing – Santacruz) se hacía con la primera plaza y liderato del Open, con un tiempo total de 2:38:13, rebajando en 10 minutos el tiempo de la ganadora de la pasada edición Muriel Bohuet. En segunda posición entraba Nuria Blanco (Triatlón Ondarreta Alcorcón) a 4’05”, y en tercer lugar Sara García (Iberobike – Boamorte) a 9’07”.
En categoría Sub23, en un final ajustado entre los dos primeros corredores, se imponía Pablo Bravo (Golpe de Pedal) 6º en la general, con Rafael Mira (Red Ciclista Fuji) en segunda posición a 45 segundos, y completando el pódium Carlos Salmerón (Mammoth).
En Senior, primera posición para Alejandro González (Jesús Yuste Renovables), segunda para Marcos Moral (Calmera Tioga) y tercera para Jesús Yuste (Jesús Yuste Renovables).
En Master30, el cajón quedaba con Héctor Guerra en primera posición, 2º puesto para Jose Manuel García y 3º Alfredo Padilla (Crossbiker Team).
Carlos Segovia (Bobruc Oil) se hacía con la victoria en categoría master40, seguido por Sergio López (Hoces Conquense Casa Gualda) y Carlos Caravias (Bobruc Oil). En cuarta posición quedaba el ex profesional Lute Anguita (Peña Ciclista Lute Anguita) a 2 minutos escasos del pódium.
En Master50, el leonés Javier Puente (Red Ciclista Fuji) se hacía con la primera posición del cajón con un tiempo total de 2:19:07. En segunda posición entraba Francisco Aparicio (Cumbres de La Jarosa), completando el pódium Juan Antonio González (Brobruc Oil).
Por último los más veteranos, la categoría Master60, en la que se hacía con el liderato Ernesto Palomo (Crossbiker Team), seguido por Emilio Molero (Molero Bikes).
Personalmente ha sido un buen inicio de temporada y me ha servido como test de sensaciones y nivel físico. Queda aún mucho año y este resultado es un estímulo para seguir entrenando y poco a poco ir cogiendo el punto otra vez. Quiero dar las gracias a Vicente Pablo Casado (Ciclos César) por el apoyo que me ha hecho en carrera, lo que le ha llevado a ocupar finalmente la posición 46 de Master40. Por su parte, David Ortega (Paraíso Cantinas), iniciaba la temporada con un meritorio 45 puesto en Master30.
Ha sido una buena carrera, con mucha participación, y buena organización, a la que me gustaría volver en las próximas ediciones, junto a mis compañeros de Iberobike.
:: XV Rally de los Embalses por Alex García Ros
Que el frío y el viento son grandes enemigos a la hora de rodar en bici por todos es sabido. Pero ninguno de estos elementos iba a impedir que la cita que con tantas ganas habían estado preparando desde el Club Ciclista Galapagar, se convirtiera en una entretenida mañana de puro mountain bike. Y es que pese a que este municipio de la sierra de Madrid nos recibía con una sensación térmica de tres grados negativos, las ganas de mtb en la zona centro hacían que casi un millar de bikers colocáramos el dorsal a nuestras bicis dispuestos a combatir el frío a base de pedales.
Sobre un mismo recorrido de 60 kilómetros la prueba ofrecía dos formatos; por un lado la disputa de la primera prueba del Open de Madrid de XCM así como la marcha cicloturista.
Con algo de retraso comenzaba la prueba. En primer lugar tomaban la salida los participantes del Open (entre los que se encontraban ilustres nombres) y 15 minutos más tarde los bikers que íbamos a formar parte de la marcha.
Tras un tramo neutralizado por el casco urbano de Galapagar comenzaba el recorrido sin grandes complicaciones, enlazando alguna zona de asfalto hasta definitivamente llegar a los caminos. Continuos desniveles hacían que la gente buscara su ritmo, reservando energías con vista a afrontar con garantías todo el recorrido. Pese a ello en algunos tramos concretos y debido a la complicación de ciertos pasos se formaron varios atascos. Pero ¿qué sería del mountain bike sin estas complicaciones? Los participantes en el II Rally de Galapagar nos enfrentamos a un terreno rompepiernas, con contínuos desniveles, zonas técnicas, senderos, zonas divertidas de conducción y… sí, por supuesto con un nombre así el líquido elemento estaba muy presente. Y es que no solo pudimos disfrutar de las vistas del embalse de Valmayor sino que tuvimos que enfrentarnos a dos entretenidos pasos por el agua. En el primero de ellos para atravesar el río Aulencia existían dos alternativas, los más valientes lo atravesaban sobre la bici, mientras que la mayoría de bikers se ayudaban de las piedras y empujando sus bicicletas salvaban esta dificultad. Y es que las gélidas temperaturas no invitaban a mojarse. En las inmediaciones del embalse de Valmayor volvíamos a enfrentarnos a una nueva dificultad. Ayudados por unos troncos y usando nuestro sentido del equilibrio volvimos a atravesar de nuevo el agua para continuar con nuestra marcha.
Como decimos, recorrido muy variado, entretenido y con ese pequeño componente de aventura que tanto nos gusta. La sonrisa al cruzar la línea de meta hacía latente nuestra satisfacción, que coincidía con el sentir general del resto de participantes. Desde luego por recorrido, kilometraje y dureza nos ha parecido ideal para la altura de temporada en la que nos encontramos.
Precisamente e incidiendo en este aspecto el éxito de la prueba no es algo casual. Nos consta que desde el Club Ciclista Galapagar han estado trabajando y dedicando tiempo y esfuerzo para que todos pudiéramos disfrutar de una mañana así. La labor de los voluntarios, el trabajo en los avituallamientos, la señalización, dispositivos médicos y de seguridad… Sin su esfuerzo esto no sería posible. Desde Iberobike queremos agradecer y resaltar su labor.
La mañana había acabado, o casi. ¿Recordáis la pregunta que formulábamos en nuestra página de Facebook para optar al sorteo de dos dorsales en la prueba? Así es, la jornada acababa de forma perfecta degustando junto al resto de participantes nuestro bocadillo de panceta. Nos lo habíamos ganado.
