Ir al límite en bicicleta, tiene sus riesgos, y sobrepasarlos, como es común en Jackson Goldstone, más aún.
Pero este diminuto ciclista, que ayer ganó la prueba final de la Copa del Mundo de Descenso ante su afición en Mount Sainte Anne, tiene muchos dones, y entre todos ellos, destaca el de hacer literalmente lo que quiere montando en bicicleta.
Goldstone no baja en bicicleta, vuela. Se pasa más tiempo en el aire que rodando por los caminos.
Durante los entrenos de la Copa del Mundo en Canadá, Jackson Goldstone tuvo un gran susto
En una de la muchas losas de piedra del complicado circuito de Mont Sainte Anne, Jackson Goldstone parece que golpeó con uno de sus pedales sobre una roca.
La bicicleta, como suele ocurrir en estos casos, levanta su rueda trasera al seguir el cuerpo la inercia de la bajada y esta quedarse algo rezagada en el enganchón.
Pero Jackson Goldstone mantuvo la calma, y pese a que rodó varios metros losa abajo con la rueda delantera, salvó la caída.
Eso sí, tuvo que parar para darse unos golpes en el pecho ya que su corazón se detuvo en tan complicado momento, y no es para menos.
