Mathieu Van der Poel ha vuelto a dar uno de sus grandes recitales con su bicicleta de carretera a los que nos tenía acostumbrado, pese a las semanas de baja y sus problemas de espalda.
Ayer pudimos ver de nuevo un espectáculo en forma de ciclismo durante la celebración del Tour de Flandes.
Pero esta vez, se le sumó otra gran estrella, don Tadej Pogacar.
El esloveno, que venía a reconocer los tramos empedrados de cara al próximo Tour de Francia 2022 (según su equipo), se autoinvitó a la fiesta de Van der Poel.
Pese a que fueron muchos los que intentaron dar la sorpresa cuando aún quedaban bastantes kilómetros y adoquines por delante, no fue hasta que Pogacar decidió abrir gas que la carrera se puso realmente emocionante.
Desde ese momento, ya todos sabían que la victoria en el Tour de Flandes iba a ir a manos de una de estas dos bestias de los pedales.
Tadej Pogacar, pese a la frustración, recibió una clase magistral que no olvidará nunca
Con apenas 30 segundos de ventaja sobre el grupo perseguidor, formado por Dylan van Baarle y Valentin Madous, Pogacar y van der Poel cruzaron la pancarta del último kilómetro.
Antes, el esloveno lo había intentado en varias ocasiones en las rampas de los últimos repechos del recorrido.
Pero el del Alpecin-Fenix aguantó, chepazo a chepazo y atrancadísimo (luego vienen los dolores de espalda…).
Sin embargo, ambos se entendieron a la perfección hasta el último momento, sabedores de la ventaja que suponía jugarse la victoria sin más invitados al festival.
Llegaba la hora del esprín final, y Pogacar, a rueda de van der Poel, no se decidía a arrancar. O más bien, no se decidió.
El resto, seguramente lo viste en directo (si no, puedes ver la repetición más abajo en el vídeo).
Tadej Pogacar fue el único que levantó las manos al cruzar la línea de meta, y eso que al final ni si quiera pudo subir al podio.
Tadej Pogacar ha dicho que volverá, y es que la lección que aprendió ayer en el Tour de Flandes, seguramente la recuerde toda su vida.
[…] El del Alpecin-Fenix apostó las suyas y se llevó una merecida victoria tras el estupor y monumental enfado de Tadej Pogacar. […]