Cuando dicen que los ciclistas estamos hechos de otra pasta, no solo tiene que ver con que aguantamos el sufrimiento y el dolor de nuestro cuerpo sobre la bicicleta, o cuando nos caemos y seguimos pedaleando ensangrentados.
También nos caracteriza por ser algo más «humanos», como en el caso de este grupo de ciclistas de montaña, que en su ruta en bici diaria vieron a lo lejos lo que parecía un perro con algún tipo de problema físico.
Dos de los ciclistas del grupo, Chris Dixon y Jarrett Little, se acercaron hasta el lugar donde se encontraba, y pudieron comprobar que efectivamente el pobre perro estaba sangrando y no podía caminar bien.
Al parecer, había sufrido un atropello, y pese a que había sobrevivido al golpe, sus dos patas traseras se encontraban dañadas.
Sin pensárselo dos veces, dieron le dieron algo de agua y comida, pues no sabían cuanto tiempo había estado deambulando en esa situación. Bueno, en realidad si que lo pensaron:
«Vamos a salvarte por ahora, luego ya veremos como solucionamos el resto»
Al ir en bicicleta y estar a varios kilómetros del pueblo más cercado, optaron por transportarlo sobre el manillar. Una tarea realmente difícil para el tipo de perro y los cinco meses de edad del mismo.
Tras ver que no funcionaba bien la cosa, optaron por llevarlo en la espalda, tipo mochila, y ya la cosa funcionó mejor, salvo en los últimos kilómetros, en los que Jarret tuvo que ir sin las manos en el manillar para poder sostenerlo y que no se cayese.
Al llegar a la ciudad, la suerte se cruzó en su camino, pues encontraron a una señora que decidió adoptarlo de inmediato.
Tras curarle de sus heridas, una pata rota y una pezuña dañada en la otra, Columbo, como así han le han llamado ya tiene su propia página de seguidores en Internet, donde su dueña relata de forma divertida como es la nueva vida de este pequeño perro.
