Otro de esos ciclistas que siempre nos dejan boquiabiertos.
A Chris Akrigg le bastan unas ruinas y cuatro piedras junto a cualquier tipo de bici, Moongose por su puesto, para sorprendernos con sus habilidades.
Como bien dice el inglés, intentando huir del mal tiempo de su país, vio un folleto donde le ofrecían sol a buen precio, lo compró.
Pero al llegar a su destino, lo que aparecía en el folleto era un poco diferente a la realidad.
Aún así, Chris se las arregló como siempre para divertirse sobre ruedas.