Hay historias trágicas en las que la bicicleta consigue sacar lo mejor de uno mismo y devolvernos al lugar al que pertenecemos.
Jeff Throop, padre de la corredora de Enduro Rachel Strait del equipo GT Bicycles, tuvo un grave accidente montando en moto de motocross el pasado 4 de Julio de 2018 junto al marido de su hija y freerider Kyle Strait.
Jeff tuvo múltiples fracturas por todo el cuerpo, y diversas contusiones internas que le imposibilitaban respirar por si mismo, teniendo que estar enganchado a una máquina las 24 del día.
Estuvo ingresado en ese estado más de 6 semanas, en las que pasaron por su cabeza multitud de cosas, algunas malas y otras buenas, pero Jeff, eligió las buenas, y con ello consiguió ponerse en pie y salir del hospital.
Cuando regresó a su casa, y comenzó la larga y tediosa recuperación, se puso una meta, bueno, dos. La primera era que no deseaba volver a hacer pasar a su familia por algo parecido, quería vivir..
La segunda era nada más y nada menos que regresar a lo que siempre le había hecho feliz, la bicicleta de montaña.
Con la ayuda de una vieja bicicleta estática y la mirada puesta en las montañas que rodean su hogar, el primer día que se subió en la bici, consiguió dar pedales durante 5 minutos. Casi muere en el intento.
Poco a poco fue aumentando el tiempo sobre la bici estática, y en pocos meses llegó a pedalear durante mas de hora y media, siempre con la mirada puesta en el horizonte.
Y llegó el momento tan esperado, el de subirse de nuevo sobre una bicicleta de montaña. Gracias a las nuevas tecnologías y a las bicicletas eléctricas, Jeff salió al monte junto a su hija y volvió a sentir lo que es estar vivo.
Aquí os dejamos el vídeo «While We’re Here» (mientras sigamos aquí), cortesía de bicicletas GT.
