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YikeBike, sentado en el manillar para moverse por la jungla urbana

YikeBike.

Si las bicicletas y los patinetes eléctricos ya invaden las calles de las grandes ciudades desde hace tiempo, uniéndose estos a los famosos Segways, ahora llega el turno de añadir uno más a la extensa familia de vehículos de movilidad urbana, el YikeBike.

Pese a su nombre, el YikeBike no es una ebike o bici eléctrica, tampoco un patinete.

Se trata de un vehículo de dos o tres ruedas, según la versión que deseemos capaz de recorrer hasta 14 kilómetros sin necesidad de dar pedal alguno gracias su batería de 313 W/h y 36V. Esta se puede extender hasta los 20 km con una batería extra.

El tiempo de carga es realmente bueno, pues podemos volver a disponer de toda su energía en menos de una hora y media.

Su velocidad está limitada a 23 km/h para cumplir con la normativa actual de este tipo de vehículos.

Freno regenerativo con ABS integrado

Cuenta con freno regenerativo con ABS incluido, capaz de mantener la batería viva por más tiempo.

Entre otras medidas de seguridad cuenta con iluminacion LED permanente, blanca en la parte delantera, ambar a los lados y roja en la parte trasera.

Esto quiere decir que sí, cuenta con intermitentes, accionables desde el propio manillar sin necesidad de mover las manos, además de un timbre electrónico.

Su compacto diseño la asemeja en peso a una bici tradicional, rondando los 13 kg en la versión de aluminio y algo más de 11 kilogramos en la versión de carbono.

Las dimensiones del YikeBike son de:

  • Plegado: 660mm x 190mm x 550mm (665x490x580 con tres ruedas)
  • Extendido: 1050mm x 640mm x 825mm 

Una de sus características principales es que además de ser de reducido tamaño, se puede plegar y guardar en una bolsa, por lo que su transporte se hace bastante cómodo y facilita la intermovilidad con otros medios de transporte como puedan ser el tren, metro o autobús.

Y hablando de su diseño, pese a que pueda parecer demasiado novedoso, ya existían a comienzos del siglo pasado algunos modelos de bicicletas con un sistema similar, eso sí, demasiado rudimentarias y sin motor eléctrico.

Este se basa en un cuadro de aluminio, o de fibra de carbono en la versión más pija, el cual alberga únicamente una pequeña rueda trasera de 8″ que sustenta la mayor parte del peso y una rueda delantera de mayor diámetro, 20″ para ser exactos y que es donde se aloja el motor eléctrico además de servir para maniobrar.

Sentado sobre el manillar

El sillín es el propio manillar, pues este se encuentra detrás de nosotros con una curvatura hacía delante, como si de dos «frenos de mano» de un coche se tratasen.

Nosotros no la hemos probado, pero según los comentarios de las personas que han tenido la oportunidad de montarse sobre una YikeBike, en pocos minutos le coges el truco.

Además, para los menos hábiles o las personas de mayor edad que no se atreven a mantenerse en equilibrio, existe una versión de tres ruedas en la que nunca tendremos que echar pie a tierra.

El problema como todo aparato eléctrico último modelo, el precio.

Por el momento la versión de aluminio supera con creces los 4000€ y algo mas de 7000€ en la versión de carbono.