Las cosas se están poniendo algo tensas con la llegada de la famosa segunda ola, y no, no hablamos del ciclón Épsilon que estos días está golpeando las costas de Galicia y Portugal provocando lluvias, fuertes vientos y olas de varios metros de altura, y que ha hecho que los grandes surfistas de todo el mundo se concentren en Nazaré.
Estados de Alarma, confinamientos, mascarillas obligatorias para practicar deporte en grupo, cierres perimetrales, provincias, municipios y la mar bendito.
No queda otra…
Estamos seguros que la gran mayoría que se hizo con un rodillo de entrenamiento durante los pasados meses de Marzo y Abril, y a los que les llegó con retraso en Mayo Junio, pocos de ellos se han deshecho de él tras la «liberación de los ciclistas«.
Por el momento poder se puede salir a entrenar, en algunas comunidades como en Andalucía con distanciamiento social, es decir en solitario. La otra opción es hacerlo con mascarilla, pero ya sabemos que si cuesta respirar bien caminando por la calle con ella puesta, imagina montando en bicicleta.
Suponemos que todo dependerá de los números, de las cifras y de si estas siguen aumentando, se mantienen, o esperemos, disminuyan.
Lo que si sabemos es que muchos están verificando desde hace días si el rodillo ciclista al que sacaron humo la pasada primavera, sigue en su sitio y funciona correctamente.
El precio de los rodillos de entrenamiento se ha estabilizado
Los precios de los rodillos de entrenamiento parece que se han estabilizado al igual que el stock de los mismos.
Durante el pasado confinamiento pudimos ver como los más avispados inflaban los números triplicando y hasta cuadruplicando los precios de los mismos.
Pero no, no intento que te compres uno por el «si las moscas», solo es un pensamiento que viene a la cabeza de tener que volver a pedalear mirando la pared, la televisión o en el mejor de los casos la ventana de casa.
