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¿Y si las bicicletas eléctricas del futuro no necesitasen un ciclista para moverse?

Las bicicletas autónomas ya se encuentran en pruebas en algunas ciudades del mundo. Aunque se moverán solas, no te preocupes, el ciclismo no desaparecerá.

Hoy en día, a cualquier cosa con un par de ruedas se le denomina bicicleta.

Todos estamos de acuerdo en eso, y es cualquier pequeño aspecto de la vida, tanto natural como artificial, evoluciona necesariamente para adaptarse a los cambios.

Hoy en día ya hemos visto bicicletas de todo tipo:

Las bicicletas autónomas, el último invento que hará que no se necesiten ciclistas

Una de las últimas invenciones tecnológicas que hemos visto estos días, son las bicicletas autónomas.

Al igual que ocurre con los coches eléctricos autónomos, y como habrás podido deducir, se trata de bicicletas que no necesitan de la acción de un ciclista para moverse.

«¡Qué chorrada lo de las bicis sin ciclista!», estarás pensando en tu cabeza

Bueno, suena a chorrada, a invención loca, algo demasiado futurista

Pero ahí están, vivitas y derrapando, y pronto seguramente estarán entre nosotros como uno más.

Por el momento, las primeras pruebas que ha realizado el MIT con éxito, han revelado algunos de los beneficios de las bicicletas autónomas.

Uno de los más importantes, y que trae de cabeza a ciudadanos, sociólogos, agentes del orden y diversas autoridades políticas, entre otros, es el uso compartido del espacio público.

En los últimos años, hemos visto como múltiples aparatos con ruedas han inundado calles, aceras, parques y hasta lagos y ríos.

Sí, hablamos de los famosos patinetes eléctricos, bicicletas de alquiler, Segways y derivados.

Los problemas de espacio y los de convivencia con peatones y vehículos motorizados, incluso entre ellos dos mismos (patinetes vs. bicicletas) como puedan ser los carriles bici, son el día a día de muchas ciudades del mundo.

Con este sistema «sin ciclista», el número de bicis o de patinetes estacionados en la vía pública, se reduce drásticamente.

Puedes ver estos datos aquí.

¿Pero si una bicicleta no la lleva un ciclista, a donde va ir a parar el ciclismo? ¿Quién la conduce o maneja?

Aquí es donde entra la tecnología, creada por el ser humano, pero con capacidad de decidir por si misma.

Tanto es así, que las bicicletas no necesitarán que un ciclista pedalee sobre ellas o aprete botón o acelerador para que esta se mueva.

Sí, ya hay bicicletas y habrá muchas más, que no necesitarán de un ciclista para desplazarse.

Pero tranquilo, el ciclismo tradicional y las bicicletas de toda la vida, seguirán ahí también.

Por el momento, la principal función de las bicicletas autónomas será la de llegar por si sola a un destino.

Ya sea un domicilio de una persona, un punto determinado en una calle, un taller de bicicletas o una estación de recarga de batería.

Si quieres ver el vídeo de estas bicicletas autónomas desarrolladas por el MIT, puedes hacerlo desde aquí:

Todo se basa en robótica, sensores, procesadores y la famosa Inteligencia Artificial.

Exactamente igual que un coche autónomo, y seguramente con los mismos fallos de software.

Si ves una bicicleta andando por la calle sin ciclista, ya no hace falta que llames a Iker Jiménez.

Ahora sabes que las bicicletas autónomas existen.