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Vídeo: ¡Un sillín con un pincho de metal oculto! El duro escarmiento a un ladrón de bicicletas

El dolor que debió sentir este ladrón de bicicletas seguramente le hará pensárselo dos veces antes de volver a intentar coger algo que no es suyo...

Los robos y los ladrones de bicicletas siguen creciendo en cualquier lugar del planeta.

Como es lógico, a mayor número de ciclistas y bicicletas en las calles de todas las ciudades del mundo, mayor es el número de cacos que intentan hacerse con este preciado bien para revenderlo en el mercado negro.

Da igual que tengamos la bicicleta dentro de casa, en el trastero o con el mejor candado del mundo atada en la calle, los ladrones de bicicletas se las ingenian para conseguir su botín.

Incluso las tiendas de bicicletas están viendo como en los últimos meses los robos se han multiplicado, sin importar si es de día, de noche o si el local cuenta con alarma antirrobo.

Ante esta situación, muchos se las ingenian como pueden para evitar ser víctima de los cacos.

En Iberobike te hemos dejado 10 consejos para que al menos los ladrones no se fijen en tu bicicleta, y si lo hacen, lo tengan lo más difícil posible para llevársela consigo.

Un pincho de varios centímetros oculto en el sillín le dio un escarmiento al ladrón

Lo que no recomendamos nunca es el escarmiento del vídeo que podrás ver a continuación, donde unos ciudadanos cansados de los robos de sus bicicletas en el vecindario, decidieron dar un escarmiento a un ladrón.

Para ello utilizaron una varilla ferralla dentro de la tija y modificaron esta para que al sentarse el ladrón, el sillín bajase por el peso del ciclista y la varilla fijada al cuadro atravesase justo por el centro el sillín, yendo a parar donde ya te imaginas…

Cuando la trampa estaba lista, dejaron la bicicleta sin atar en una céntrica calle.

El ladrón se sentó junto a ella como quien no quiere la cosa tras observarla durante algunos minutos.

Al ver que todo parecía seguir normal, decidió montarse e irse pedaleando, pero entonces llegó la «sorpresa».

El dolor que debió sentir este ladrón de bicicletas seguramente le hará pensárselo dos veces antes de volver a intentar coger algo que no es suyo…