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Vídeo: Trampe Bicycle Lift, evolución desde 1993 del primer remonte ciclista urbano

El famoso ascensor para ciclistas de la ciudad de Trondheim, en Noruega, cumplirá en 30 años en 2023. En la imagen, Jarle Wanvik, el inventor que lo ideó en 1992 cansado de empujar su bicicleta en la empinada cuesta de la ciudad.

A menudo, se suele decir «En mi ciudad es imposible utilizar la bicicleta pata desplazarse, hay muchas cuestas«, como es el caso de muchos madrileños y visitantes de la ciudad de Madrid.

Pero no son más que meras excusas para evitar la comodidad del coche para todo.

Noruega, que lleva desde 2006 sacando de sus ciudades todos los coches de combustión posibles, con la ciudad de Oslo como referente mundial en cuanto a movilidad eléctrica, es el claro ejemplo de que querer es poder.

Seguramente hayas visto más de una vez el famoso remonte o ascensor para bicicletas y ciclistas de la ciudad de Trondheim, al norte de Noruega, y puede incluso que lo hayas visitado alguna vez.

Y es normal, pues ya son 30 años desde que se instaló en 1993 al Trampe Bicycle Lift de Trondheim.

El elevador de ciclistas de Trondheim, más conocido como Trampe Bicycle Lift (Sykkelheisen Trampe en noruego), cambió de nombre en 2003 a CycloCable by Skirail

Diseñado en 1992 por el ingeniero noruego Jarle Wanvik, quien cansado de tener que subir andando empujando su bicicleta a diario por la calle Brubakken, cuesta que le lleva a lo alto de la colina de Trondheim hasta su domicilio, ideo el sistema.

Aprovechando una inversión de más de dos millones de euros de entonces del gobierno local para instalar vías ciclistas, presentó el proyecto a tiempo para que pudiese ser financiado con dichos fondos.

Así nació en 1993 el Trampe Bicycle Lift, el primer remonte, ascensor o denomínalo como quieras, para que los ciclista pudiesen llegar a lo algo de la colina sin tener que bajarse de la bicicleta.

¿Cómo se utilizad el Trampe Bicycle Lift de Trondheim, Noruega?

Para llegar Trampe Bicycle Lift, basta con ir hasta el barrio de Bakklandet, en Trondheim, e ir hasta la intersección de las calles Nedre Baklandret con Brubakken, y allí encontraremos la base del elevador. (ver mapa aquí)

El precio o coste para utilizarlo es gratuito, pero su uso requiere de algo de práctica o maña.

El truco para utilizar el Trampe Bicycle Lift está en no doblar la rodilla de la pierna que apoya sobre el elevador. Aún así, la pendiente del 18% de la calle se deja notar a lo largo de sus 130 metros de longitud.

La velocidad a la que asciende es de 7,4 km/h, por lo que los ciclistas más fuertes prefieren subirla pedaleando.

Con la llegada de las bicicletas eléctricas, el Trampe Bicycle Lift de Trondheim se ha vuelto más una atracción turística que una necesidad

Los registro indican que cerca de 30.000 personas lo utilizan cada año.

Con la llegada de las bicicletas eléctricas o ebike, su uso es cada vez menor, y su mantenimiento mayor.

Pero Trondheim se ha convertido en una ciudad turística, sobre todo en los meses de verano, y personas de todas partes del mundo visitan lo que se ha convertido ahora en toda una atracción.

Muchos esperan con sus cámaras a que un ciclista local llegue con su bicicleta o patinete y suba la cuesta con el elevador para tomar sus vídeos o fotos.

En este vídeo podemos ver su funcionamiento y las opiniones de los locales y turistas:

Sea como fuere, en 2023 se cumplen 30 años del primer elevador para ciclistas urbano del mundo, el Trampe Bicycle Lift de Trondheim, Noruega.