Mani Arthur se encontraba de regreso de su ruta en bici junto a dos compañeros, cuando tras detenerse en un semáforo en rojo en primera línea, varios agentes de policía que cruzaban por el paso de peatones le invitaron a ponerse detrás de los coches sin rebasar la línea blanca.
Tras intentar aclararles que no era posible ya que había varios coches y no cabía posibilidad, los agentes continuaron, pero justo cuando el semáforo se puso en verde y empezaba a dar las primeras pedaladas, uno de los agentes le llamó para que se acercase a él a la acera próxima.
Allí, el agente le indicó que tenía que registrarlo. ¿El motivo? Que tras su intercambio de palabras anterior, este le había olido a cannabis.
Ante esta afirmación del agente, Mani, quien ni si quiera fuma tabaco, quedó estupefacto.
En plena calle le registraron como a un delincuente, incluso exigiéndole quitarse los botines y las zapatillas de ciclismo.
Sarcasticamente, se ofreció a enseñarles lo que llevaba dentro de su casco, por si acaso escondía allí la droga.
Tras terminar el cacheo, Mani volvió preguntar al agente si este seguir pensando que olia a marihuana, a lo que el policía dijo esta vez que «ya no olía a cannabis».
Estas son las propias palabras de este ciclista londinense, quién se ha sentido perseguido y humillado por un agente solamente para demostrar su autoridad con el resto de compañeros que le acompañaban.
«Se suponía que hoy era un momento histórico para @blackcyclistsnetwork y @devercycles.
Esta tarde alrededor de las 2.39 pm en el cruce de Woburn Pls y Euston Rd. fui detenido y registrado por un oficial de policía bajo la sospecha de «oler» a marihuana. Fui acosado y humillado en un espacio público.
Decir que estoy enojado es un eufemismo. Afortunadamente para mí, los miembros de BCN @schnappless y @urmyside estuvieron presentes y pudieron grabar el incidente.
En resumen, estaba esperando en el semáforo la luz verde. Tres policías cruzaban la calle. El que está en el vídeo me dijo que retrocediera mi bicicleta detrás de la línea blanca donde los vehículos tienen que detenerse. Yo ni si quiera estaba bloqueando el paso de peatones.
Le dije al oficial que me pondría en peligro si retrocedía porque un coche pesado estaba parado directamente detrás de mí y terminaría en el punto ciego del conductor si seguía sus instrucciones.
Le expliqué al oficial que, por lo general, hay carriles para bicicletas delante de las líneas de parada de vehículos para proteger a los ciclistas y, debido a la falta de uno en esa intersección, estaba usando mi sentido común para evitar ponerme en peligro.
El oficial intentó de nuevo, pero insistí y se dio la vuelta para reunirse con sus colegas mientras se alejaban. Las luces cambiaron a verde.
Me estaba yendo para unirme a Aaron y Hugo, quienes para ese momento estaban en el medio del cruce, cuando escuché una llamada del oficial para regresar.
Me acerqué al oficial en la acera. Me pidió mi identificación y me informó que olió a cannabis en mí durante nuestro intercambio de palabras.
Como resultado, necesitaba registrarme por posesión. Me rebusco por todas partes. Antes de la búsqueda, le pregunté a él y a sus colegas si me olían a cannabis. Ellos dijeron que si.
Después del cacheo convenientemente dijeron que ya no me olían a cannabis.
Estoy muy molesto por tener que pasar por una experiencia tan degradante y humillante. Me pareció un gran abuso de poder por parte de un oficial que trató de presumir ante sus colegas e inventó una razón como retribución por su intento fallido«