
¿Ciclista o submarino?
Muchos ciclistas cuando ven un charco, por muy pequeño que sea, tienden a ir a por el directos de cabeza.
Ya sea para salpicar por salpicar, o para intentar mojar al que viene detrás nuestra, siempre hay un ciclista gamberro en el grupo al que no lo importa mojarse un poco los pies y manchar su bicicleta con tal de hacer la gracia.
Y después está este ciclista, si es que se le puede denominar así.
Una cosa es un charco de la lluvia y otra cosa es una laguna en el camino.
Y no una laguna cualquiera, una de más de un metro de profundidad por varios de largo.
Pisar un charco en bici es una cosa, pero atravesar una laguna es otra
Ni corto ni perezoso, no solo no le importó mojarse entero, sino que consiguió pasar el «lago» sin tener que echar pie a tierra.
No parece llevar una bicicleta eléctrica, pero según las garantías, estas se pueden incluso lavar con la manguera, aunque no dice nada de si son sumergibles o no.
Atentos al vídeo.
Nos recuerda mucho al campeonato del mundo de barro en bicicleta: