Si todavía no te has enterado, el español Tomás Misser se proclamó campeón del mundo de descenso en bicicleta de montaña la semana pasada en Mont Sainte Anne, Canadá. Lo hizo con una bicicleta de Enduro, la Orbea Rallon, y sacando más de 10 segundos a Brian Lopes, segundo clasificado.
Algo se ha hablado por las redes sociales respecto a correr una prueba de DH con una bicicleta de Enduro, pero la UCI así lo permite, pues realmente lo único que diferencia estéticamente, y prácticamente, funcionalmente una bicicleta de otra, es la horquilla de doble pletina y algún pequeño grado en los ángulos del cuadro.
Ambas son bicicletas de doble suspensión, con los mismos diámetros de rueda y mismos componentes, así que los que dudan sobre las ventajas o desventajas de utilizar una u otra bici, simplemente esto no importa mucho.
También están los que dicen que las competiciones de descenso actualmente cuentan con recorridos muy «light», con lo que bajar con una bicicleta de Enduro favorece, ya que de ser más complicados los circuitos, se bajaría mejor con una bicicleta de descenso.
Pero el caso de Mont Sainte Anne no es que sea un circuito para principiantes. Con casi seis minutos de bajada a ritmo de campeón del mundo, puedes imaginarte tanto la dificultad física como la del propio circuito, el cual cuenta con numerosos saltos, piedras y raíces de todo tipo, barro, polvo, inclinaciones de cualquier desnivel, etc.
Así que no hay excusa, la victoria de Tomás Misser en Canadá ha sido épica, sumado a que al día siguiente corrió el Campeonato del Mundo en a modalidad de XC y también consiguió la medalla de oro.
Os dejamos con el vídeo onboard grabado desde la cámara colocada en el casco de Tomi Misser en la última bajada de entrenos en Mont Saint Anne.
