Seguramente habrás escuchado alguna vez el palabro «dooring«, que ser refiere ni más ni menos que a la acción de abrir la puerta de los coches sin tomar las precauciones de ver si alguien viene por detrás.
Si da la casualidad de que viene un coche, nos arrancará la puerta y hasta nos atropellará.
Si es una moto, seguramente nos arranque la puerta y el motorista salga gravemente herido.
Y si es un ciclista, este resultará gravemente herido, y con suerte no será atropellado por el resto de vehículos que circulan por la vía.
Es por ello, que como ciclistas, nunca debemos ir pegados a ningún otro vehículo, y en especial, a cualquiera que se detenga o esté detenido (aparcado).
Bajo ningún concepto debemos circular en bicicleta pegados a los coches aparcados
Por más que vengan coches por detrás acosando, como es costumbre en España y otros países, arriesgarse a que una puerta se abra por sorpresa, puede traer graves consecuencias.
Esta ciclista que verás a continuación tiene suerte de poder contarlo.
Si no llega a ser por los reflejos del conductor del coche negro, estaríamos hablando de algo mas serio que un golpe.