Vídeo: El doble filo de las fuerzas del orden y los aficionados en La Vuelta

Las fuerzas del orden son necesarias para una competición ciclista como La Vuelta, pero algunas acciones intentando controlar a los miles de aficionados en los puertos, son cuanto menos cuestionables...

El controvertido tema de las fuerzas del orden, llámese Guardia Civil, Policía Nacional, Municipal o la que sea, en una competición deportiva como La Vuelta Ciclista a España, intentando sin éxito controlar a los aficionados.

El ciclismo es un deporte único, e incluso en competición, no hay nada parecido donde los deportistas de élite estén expuestos al público de una manera u otra.

Es un riesgo y una recompensa/espectáculo a partes iguales, ha sido así siempre, y seguramente lo seguirá siendo.

Como el riesgo existe, muy de vez en cuando ocurre algún que otro percance en el que un aficionado o varios provoca un accidente o cosas peores.

No se puede defender el 100% de las actuaciones de las fuerzas del orden alegando que pueden hacer lo que quieran por que son la fuerza del orden

En esta Vuelta Ciclista a España 2023 ya han ocurrido varios incidentes en los que las Fuerzas del Orden, «realizando su trabajo», han puesto en peligro tanto a los ciclistas como a los aficionados.

Incluso vimos como un agente se llevaba a empujones violentamente al asistente de Jesús Herrada cuando celebraba su victoria de etapa tras la línea de meta.

Este fin de semana se han vuelto a repetir acciones de los agentes que intentaban controlar a los miles de aficionados agolpados en las cunetas de los puertos, que lejos de controlar, lo único que hacían era empujar violentamente y poner en peligro a los ciclistas.

Es imposible que un agente controle a cientos de personas animando y gritando el paso de los corredores.

Además, los empujan, con el riesgo de perder el equilibrio y caer, o incluso causarles lesiones.

¿Crees que no se debería controlar y menos empujar a los aficionados que animan en las cunetas de esta manera?

Sumado a todo eso, lo hacen de espaldas a la carretera, y no ven ni a las motos, ni a los coches, ni tampoco a los ciclistas, provocando ocasiones de alto riesgo con sus acciones.

Aquí no somos nadie para decir como se han de hacer las cosas, lo que si hacemos es contar lo que vemos y lo que nos hacen llegar nuestros amigos y colaboradores.

Quizás lo que se debería de prohibir son las banderas en las pruebas ciclistas, no por su significado, que a cualquier que tenga dos dedos de frente le debería dar igual, sino por el peligro que suponen

Las fuerzas del orden son necesarias, pero intentar controlar a los miles de aficionados por la fuerza, creemos que sobra en este deporte.

Ahora puedes odiarnos si eres un acérrimo defensor de todo lo que haga un agente, sea del cuerpo que sea, pero la realidad es bien distinta.

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