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Vídeo: Ciclista sobrevive tras ser mordido por un oso Grizzly al herirle con una navaja

Parece que los osos últimamente están más activos en cuanto a los encontronazos con los ciclistas y sus bicicletas de montaña, y es que de todos es sabido que en primavera y verano salen de su hibernación para alimentarse y prepararse para el duro invierno, siendo más común verlos por los montes.

Pero lo sucedido a este ciclista de montaña de Vancouver, Canadá, que tuvo que luchar con sus propias manos contra un oso Grizzly para poder salvar su vida, no es nada habitual. Para que te hagas una idea, y escuchado de las propias palabras de Colin Dowler, que así se llama este luchador, lo que más recuerda es el sonido de los dientes del oso al rechinar contra sus huesos al morderle.

Los hechos ocurrieron mientras montaba en mountain bike por el monte Doogie, llamado así por su abuelo, cuando de repente vio como un oso negro se acercaba hacía el con bastante decisión. Al verlo intentó asustarlo haciendo ruido con un palo contra su bicicleta. Pero no funcionó.

Entonces, recordó que en su mochila de hidratación llevaba algo de comida, así que la abrió y la tiró frente al oso, pero este hizo caso omiso y continuó hacia Colin, que ya no podía más que intentar rezar algún padre nuestro. Pero no fue eso lo que hizo, ya que de poco iba a servir, si no que confiado de si mismo se dijo «todo va a ir bien».

El oso lo golpeó fuertemente tirándolo al suelo, lo mordió en las piernas, el abdomen y y las manos al tratar de defenderse, pero la fuerza del oso lo arrastró hasta una zanja a unos 15 metros de su bicicleta. Según describe el propio ciclista, intentó incluso hundirle los ojos al oso para que dejase de morderle. Pero nada surgía efecto. Los mordiscos llegaron a tocar sus huesos.

Entonces recordó que pocos días antes su padre le había regalado una pequeña navaja, la cual tenía en un bolsillo de su pantalón. A duras penas pudo alcanzarla, la abrió y apuñaló al oso en el cuello. Solo en ese momento cedió en su empeño de morderle, pero se quedó mirándolo a pocos metros.

Mientras tanto, las heridas sufridas en una de sus piernas no paraban de sangrar abundantemente, por lo que con la misma navaja cortó un trozo de tela de su camiseta y se hizo un torniquete.

Consiguió llegar hasta su bicicleta de montaña, y a duras penas y por puro instinto pedaleó durante siete kilómetros sangrando y malherido, hasta que se desplomó cerca de un centro maderero. Por suerte unos trabajadores le vieron llegar y pudieron avisar a emergencias.

Colin fue trasladado en helicóptero hasta el hospital, desde donde está grabado el siguiente vídeo y donde tendrá que permanecer varios días hasta que sus graves heridas se curen. Su vida no corre peligro y gracias a su ímpetu y su fortaleza, logró salvar salvar el pellejo y vencer al oso con sus propias manos.

Las autoridades, tras conocer el lugar del suceso y la descripción del oso, salieron en su búsqueda. Pero los rastreadores especializados canadienses, no dieron con el animal, si no que el propio oso les estaba acechando igual que lo hizo con el ciclista, por lo que decidieron terminar con su vida para que no atacase a más personas. El oso tenía entre 4 y 5 años de edad.