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VI Urola-Garaia, una maratón BTT épica

Tras 6 exitosas ediciones, de las que hemos sido participantes en 4 ocasiones, poco más podemos añadir sobre esta prueba a lo comentado hasta ahora.

Apostadas a los pies de las 4 cimas más significativas de la comarca Urola-Garaia, la familia de UrretxuZumarraga nos invita a conocerlas de primera mano: Korosti, Irimo, Izaspi y Beloki.

En el caso de optar a la versión corta, y aunque  pisaremos únicamente las dos primeras, el sufrimiento está asegurado.

Las previsiones meteorológicas no eran nada halagüeñas, lo que echó para atrás a un centenar de los 427 inscritos, dato que bajaría  drásticamente a la hora de registrar el total de finishers en ambas modalidades.

A los habituales Txistu y Tamboril que dan inicio a la prueba, se les unió una terrible tromba de agua que nos hizo plantearnos seriamente si seguir o retirarnos antes de abandonar el pueblo.

En esta ocasión el biker que se animó a acompañarme fue Israel Idiakez, un gallo al que tengo que agradecer su motivación y consejos, ya que con aquel panorama, por mi cuenta no hubiera hecho ni 5km.

Me fue dando pequeños objetivos y eso me ayudó a olvidarme del agua que caía y para cuando quise darme cuenta, ya estábamos metidos en carrera, lo que hace más fácil apartar la idea de abandonar.

Las primeras subidas se hicieron duritas, ya que los 6ºC y la incesante lluvia complicaban el calentar y poder coger un ritmo cómodo de pedaleo.

Los descensos técnicos y verticales que caracterizan a esta prueba,  se volvieron realmente complicados a causa del barro, haciendo que muchos participantes diesen con el costillar en el suelo.

Sabido es que además de no ser un ciclista técnico, soy bastante paquete en las bajadas pero “Isra” me dio uno de los consejos más útiles que me han dado desde hace tiempo: “Raúl, además de bajar el sillín y echar el culo atrás, abre bien las rodillas”.

Reconozco que se me abrió el cielo. Descensos que estaba condenado a hacer andando, pude hacerlos montado…bueno, más o menos, ya que Roma no se construyó en un día y todavía me falta poner en práctica en mejores condiciones, este nuevo consejo.

Con más pena que gloria atravesamos Legazpi e iniciamos la primera escalada dura del día, el Korosti.

Palas que pueden llegar al 25%, mojadas y embarradas nos ayudaron a olvidarnos del incesante sirimiri que nos iba regando continuamente.

Una vez arriba saludamos a Javi Godoy, responsable de la asistencia mecánica y a la pobre gente que cuidaba y reponía el puesto de avituallamiento.

Únicamente nos detuvimos unos minutos, pero fue suficiente para quedarnos helados, así que sin mucha demora terminamos de coronar La Cruz del Korosti e iniciar el serpenteante descenso.

Un error de juicio a la hora de elegir el camino de bajada me libró de que mi compañero me obligara a hacerla montado, ya que, como buen gallo, Israel me iba obligando a superar mis límites y miedos, pero ese descenso en particular, me da auténtico pavor.

Con más alegría que pena y siempre rodeados de un ambiente de colegueo impresionante con el resto de participantes, llegamos al puerto de Descarga, donde también pudimos  saludar efusivamente a otro incondicional de la prueba con quién hemos forjado una amistad increíble a lo largo de estos años de participación en la Urola-Garaia, Joseba González, quién  no pierde nunca la  sonrisa de la cara ni su contagioso positivismo.

Tras avituallarnos, coronamos el segundo reto de la jornada, el Irimo.

Hacía tiempo, casi desde la salida, que habíamos descartado la ruta larga, pero estábamos valorando el hacer la ruta intermedia, es decir, la que llega hasta la Pasta Party de Aizpurutxo, idea que también descartamos después de sufrir los 3,7ºC que teníamos en ese punto.

Finalmente y con un tiempo de 6h 24m 15sg conseguimos cruzar la meta de una pieza y sin romper nada.

El biker más rápido de los 49 valientes que se afrontaron el reto completo, fue Julen Ibabe, deteniendo el crono en 5h 4m 35sg, separado por 10 minutos de Arguider Lazkano y de Azibar Iraolagoitia por 11 minutos.

Nuestro corredor Jon Erguin (Orbea – Iberobike), después de seguir primero, pese a haber pinchado, acabó en la 6ª posición con un tiempo de 6h 04m 57sg.

La ruta larga la cerró Juan José Etxabe, que sí tuvo las narices de soportar 10h 19m 56sg de aguaceros, barro y una temperatura tan gélida que obligó a los ciclistas Patxi Cia y Albizua a retirarse por hipotermia.

La versión corta de la VI Urola-Garaia la finalizamos un total de 170 bikers, encabezando la clasificación Ander Pérez, que necesitó 3h 09m 53sg para cubrir los 46km.

La clasificación oficial de la corta, la cerró la dura biker alemano-alavesa Kerstin Luhr, quién se animó a llegar a la Pasta Party, por lo que cubrió un total de 68km en 8h 48m 46sg. ¡Ole tus narices, “Kers”!

La maratón BTT Urola-Garaia, en mi humilde opinión, es la prueba más dura del calendario BTT no competitivo, ya que además de una buena kilometrada y un desnivel acumulado bastante alto, cicla (por decirlo de alguna manera) por un entorno tan técnico cómo bello.

Sabido es que no soy un ciclista técnico, más bien del tipo “machaca bielas”, pero sigo acudiendo año tras año a una prueba donde sufro, sintiéndome como en casa.

Si alguien no conoce la prueba y se lo está pensando, quisiera decirle que nadie se hace “biker” de verdad hasta que se ha enfrentado, al menos una vez al reto que supone la Urola-Garaia BTT Maratoia.

Sin lugar a dudas, ¡nos veremos en la próxima edición!