Pulsa «Intro» para saltar al contenido

¿Ves alguna diferencia con las calles de tu ciudad en este vídeo?

¿Crees que vivirías peor si el espacio público estuviese diseñado primero para peatones, después bicicletas y lo que sobre para los coches?

Cuando un español o un sudamericano lee que unos padre de familia dejan que sus hijos de menos de 10 años de edad vayan a diario al colegio, solos y en bicicleta, lo primero que se les viene a la cabeza es la palabra «irresponsables«, refiriéndose claro está al padre y la madre.

Y no es para menos ni tampoco es extraño, pues hablando de lo que más conocemos, España, salvo en casos muy concretos, dejar que un menor vaya en bicicleta solo o con sus compañeros al colegio, significa un sinvivir.

Un sinvivir ya que la jungla del asfalto lo inunda todo, y ella solo viven moles de metal conducidas muchas veces por energúmenos al volante, que o despistados o con mucha prisa, no suelen respetar la mayoría de normas de tráfico.

Hay que invertir el espacio publico. Primero peatones, luego bicicletas y patinetes, y lo que sobre para el coche

Y no amigos, no es una exageración ni mucho menos. No falla, cada vez que cojo la bici, y antes de la tercera rotonda, ya he tenido algún percance con un conductor que cree que sobramos en la carretera. Pero sobre esta regla de las tres rotondas hablamos otro día.

Volviendo a los niños, ¿qué ideal sería que pudiesen ir y volver del colegio en bicicleta y sin peligro de ser atropellados?

Y sí, claro que es posible, solo hace falta mirar un poco más arriba, donde llueve y hace frío gran parte del año, e incluso nieva.

Pero allí tienen lo que aquí algún iluminado tilda de demonio. Sí, me refiero a carriles bici segregados del tráfico.

Y ya no solo tienen carriles para ir desde y hacia los puntos de más afluencia de personas o interés (centros educativos, turísticos, comerciales, etc…), sino que primero está el carril bici, y en los pocos huecos que quedan, son para los coches. A quien le guste bien, y a quien no también, pues con la bicicleta ganamos todos.

Es otra cultura, otro mundo, y aquí en España con buen tiempo y solecito 10 meses al año, seguimos utilizando el coche para llevar al niño al colegio a 5 km y de ahí al gimnasio a dos manzanas y más tarde a por el pan al centro comercial a 3 km de casa.

Aquellos que siguen apostando por integrar la bicicleta al tráfico, esperando ser respetados, no deben haber viajado mucho, o no tienen hijos, o sencillamente les encanta ir entre los coches y respirar el humo de los tubos de escape. Y sí, los anticarrilbicistas existen.

Cuando un niño de 8 años de edad pueda ir solo en bicicleta a clase de forma segura y sin morir de asma, a pongamos 3 km de distancia, entonces quizás no hagan falta carriles bici.

Y sí, sobran coches, y la única manera de que estos no lo ocupen todo pasa también por darles menos espacios en los centros de las ciudades y zonas residenciales.

Vivir entre humo, ruidos, atropellos y estrés nos esta matando, y algunos parece que les encanta.

Ah!, todo este rollo venía al caso de este vídeo.

¿Ves alguna diferencia con las calles de tu ciudad?