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¿Un rodillo de entrenamiento ciclista por 28 €? Pero no es inteligente…

El ingenio de algunos durante los días recluidos por el estado de alarma les llevó a crear verdaderas obras de ingeniería - Alberto G. / Wallapop

La fiebre de los rodillos de entrenamiento para ciclistas durante el estado de alarma llegó a tal punto de que se agotaron todas las existencias habidas y por haber, tanto en las tiendas de barrio, como en las grandes superficies e incluso por si querías comprarlo por Internet.

Algunos hicieron el Agosto en pleno mes de Abril, poniendo los precios de los rodillos para bicicleta que ni las trufas blancas de la Toscana.

Otros por el contrario, se armaron de paciencia y se las ingeniaron con los materiales que contaban a mano para fabricarse su propio rodillo de entrenamiento.

Vimos ciclistas colgarse del techo con cuerdas, otros echando Fairy y agua en el suelo de la cocina para que la cubierta patinase mientras daban pedales.

Llegamos a ver a ciclistas profesionales a «hachazos» con su rodillo, incluso un rodillo de cinta especialmente diseñado para Gravel Bike con grava incrustada para simular una experiencia más «real».

Los rodillos de entrenamiento han llegado a los hospitales, donde algunos doctores están recomendando pedalear conectados con las aplicaciones de ciclismo virtual incluso estando en la camilla de la UCI, para así ganar la batalla al virus con más celeridad.

Hasta una canción del rodillo sonó durante días por todos los rincones de España.

¿Pero que pasa con todos esos inventos generados durante la cuarentena?

Pues como habrás visto en el título, la mayoría terminan en portales y aplicaciones de venta de artículos de segunda mano.

Este rodillo en concreto, el cual se vende a un módico precio de 28 € (más envío suponemos), está fabricado gracias a unos tubos de PCV, los mismos que podrías encontrar bajo el fregadero de tu casa.

Los tubos están unidos entre si por sus respectivos «codos», pero no especifica en el anuncio si funcionan por rozamiento entre unos tubos dentro de toros de mayor y menor diámetro, o si cuenta con algún sistema de rodamientos.

El diseño es curioso, y parece estable, y seguramente si le colocamos un sensor Bluetooth o ATN+ podremos incluso conectarnos a Zwift o Bkool y pedalear junto alguna estrella mundial del ciclismo.

El mismo usuario, por si alguno le interesa, también vende un coche Audi A3 y una bicicleta sin pedales para los más pequeños.

Ya sabes, si quieres comprarlo corre (pincha aquí) por que va a volar seguro.