Desde que el boom de la bicicleta ha inundado la mayor parte de las grandes ciudades del mundo, las infracciones y accidentes, como es lógico, también han incrementado su número.
Pese a que las normativas del uso de la bicicleta en la vía pública suelen estar bastante claras, algunos por desconocimiento de las mismas y otros por importarles estas básicamente nada, se las suelen saltar día sí y día también.
Ante este tipo de comportamientos poco cívicos, pues no solo se pone en peligro el propio ciclista, sino que también pone en peligro al resto de usuarios de la vía, incluidos los conductores, existen otros métodos algo más «duros».
100 euros de multa por utilizar el teléfono móvil en bicicleta sin el manos libres
En los Países Bajos, solo se permite utilizar el teléfono móvil mientras se monta en bicicleta si es con el manos libres, esto quiere decir que no se pueden utilizar ni cascos ni sostener el teléfono con las manos.
Estas deben estar ocupadas en el manillar o indicando los diferentes giros y cambios de dirección del ciclista.
Esta normativa está vigente en países como Holanda desde el año 2019. Pese a que las fuerzas del orden no se suelen preocupar mucho por estas infracciones de los ciclistas, hay un policía que no deja pasar ni una. La gran mayoría suele darles el alto y advertir que su uso conlleva una sanción.
En los últimos dos años ha puesto una media de 850 multas semanales a ciclistas que iban utilizando el teléfono móvil mientras montaban en bicicleta, ya sea hablando, mandando mensajes o incluso haciéndose selfis.
Las multas en los Países Bajos por esta infracción ascienden a 100 euros, mientras que en países como Australia, la cifra sube hasta los 1.000 dólares australianos, unos 635 euros como vimos en la multa a este ciclista.
Con los patinetes eléctricos la normativa es idéntica a la de las bicicletas en la mayoría de países del mundo.