Un grupo de ciclistas se encuentra 3500€ en la cuneta de una carretera

Optaron por la mejor decisión.

Casi como si les tocase la lotería pero sin jugar ningún décimo, así debieron sentirse este grupo de ciclistas cuando se encontraron el dinero tirado en la cuneta en una de sus rutas en bicicleta de montaña.

El pasado domingo, cuando estaban pedaleando por una carretera cercana a Glen Blair, al norte de California, y por la que suelen pasar muy a menudo, este grupo de cinco ciclistas, pertenecientes al SOB (Senior On Bikes) tuvo la mayor sorpresa que se han encontrado nunca.

Uno de ellos, de nombre Susan, quién en ese momento pedaleaba en cabeza, giró bruscamente y dio media vuelta con su bicicleta para el asombro de sus compañeros.

Los otros cuatro ciclistas se pararon y se quedaron mirándola asombrados.

A los pocos segundos, y tras agacharse en la cuneta, mostraba su preciado tesoro a sus compañeros con aire triunfal. Se había encontrado un billete de 100$ como nuevo.

Tras felicitarla con resignación y entre risas por no haber sido ellos los agraciados, continuaron su ruta.

4000 dólares en billetes de 100$ nuevos

Pero a los pocos metros, los cuatro integrantes del pequeño pelotón de amigos comenzaron a ver «visiones».

Billetes de 100 dólares tirados en la cuneta. Muchos, decenas de ellos. Los recogieron todos, y entre ellos apareció una cartera con diversas tarjetas de crédito y un carnet de conducir.

En primera instancia pensaron que podría tratarse de dinero «ilegal» de alguien que lo había lanzado por la ventana del coche por algún motivo. Nadie suele llevar tal cantidad de dinero y menos perderla de esa manera.

Al llegar a casa pensaron en repartirse el botín, queriendo creer que el dinero no era de una persona que lo necesitase. También dudaron si llevarlo a la policía, pero finalmente optaron por la mejor decisión, investigar en Internet los pocos datos personales que contenía la cartera.

Encontraron los datos del supuesto dueño de la cartera, y mirando en Facebook, esta persona aparecía como amigo de un amigo en común.

Tras preguntarle a este conocido, les facilitó su teléfono. Se trataba de un trabajador de 26 años de otro Estado que había venido a trabajar en la construcción y había perdido el dinero cuando se dirigía a comprar una caravana para vivir mientras estaba fuera de casa.

A las dos horas, el joven llegó a la casa de los ciclistas y explicó lo sucedido.

Olvidó guardar la cartera cuando la dejó encima de su coche al echar gasolina, y en algún momento del trayecto, esta salió volando cayendo en la cuneta.

Nervioso, según cuenta Philip, uno de los protagonistas de esta bonita historia, el chico agradeció a los ciclistas el buen acto, fundiéndose en un abrazo con ellos y despidiéndose con un típico y americano «bless you».

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