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Tranquilos, todo marcha

Como buen periodista quizá lo que corresponde es hablar de la crisis. Recordar las oscilaciones de la prima de riesgo, la insostenibilidad del déficit público o el peligro en el que se encuentra el euro, a decir de los expertos. Pero no soy buen periodista y, en cualquier caso, y casi sin quererlo, lo que es claro es que ya somos Grecia. Nos acostamos España, ese país cutre pero con cierta dignidad, y nos levantamos Grecia, Portugal o Irlanda, esos otros lugares a los que nadie quería parecerse pero que ya son nuestros compañeros de viaje. Nuestros hermanos. Quizá siempre lo han sido. Sea como sea, lo que es claro es que, en cierto modo, mola sentarse y ver cómo se desmorona todo. Y si no mola al menos sorprende. Es la vida, esa historia que pasa mientras hacemos planes, como decía aquel.  En cualquier caso, a mí como ciclista de monte todo eso me importa bien poco ¿Sigue mi sendero favorito en buen estado? ¿Está mi bici lista para un rato de placer? ¿Hace un tiempo apropiado para salir a darlo todo en el bikepark? Ah! Entonces todo marcha.

Como ciclistas de monte, en realidad necesitamos bien poco para ser felices, pero quizá el ruido ambiental nos distrae. Si estáis en paro, disfrutadlo, es seguro que cuando volváis a currar echaréis en falta la libertad, el sol y el aire puro. Si estáis currando, escabullíos lo antes posible del trabajo y salid ahí fuera: hay cosas más importantes que hacer que ganar dinero, sobre todo si son sobre una bici. Por otra parte, no deja de ser absurdo que seamos el único animal sobre la faz de la tierra que paga por vivir en ella. Y todavía hay quien cree que somos superiores al resto de seres vivos con los que compartimos planeta. O aún peor: todavía hay quien cree que nuestra vida tiene más valor que la de una hormiga. Increíble pero cierto. Sí, quizá si estáis sin curro lo estéis pasando mal. Si ganáis menos estéis cabreados. Si veis el futuro negro de vuestros hijos, o el vuestro mismo, estéis indignados. Pero tenéis una pasión que llena vuestra vida, y eso no tiene precio.

Sed felices. Sed libres. Dicho con otras palabras: sed ciclistas de montaña. A tiempo completo.