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Test: Cannondale Scalpel 29 4 – Precisión quirúrgica

La primera Scalpel vio la luz en el año 2002, revolucionando el sector de las bicicletas de doble suspensión enfocadas a la práctica del cross country y maratón. Cannondale consiguió aunar muchos puntos fuertes en ella, como son la comodidad, la rigidez, la agilidad o la funcionalidad, además, todo ello bajo uno de los pesos más competentes de su sector. Esto no es para nada tarea fácil, el esfuerzo tecnológico e inversión económica que han tenido que realizar para llegar a las prestaciones de la actual Scalpel, está al alcance de muy pocas marcas.

Lo que si esta al alcance de muchos es la renovada Scalpel 29er 4. Si algo ha sabido hacer Cannondale con este modelo, ha sido ver, escuchar y analizar a su horda de fieles seguidores. El año pasado nació la Scalpel 4 con cuadro de aluminio CAAD que pretende hacer más accesible al gran público este prodigio de la ingeniería actual. Pero una de las cosas que más se echó en falta en la Scalpel 29er 4 del pasado año fue que la suspensión delantera no fuese una Lefty. Cannondale ha sabido reaccionar y este año la versión más económica del modelo Scalpel viene equipado con la fabulosa horquilla marca de la casa.

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Cuando observamos la Scalpel, no paran de llamar la atención todos los pequeños detalles de los que se compone. Posee un diseño cuidado y vanguardista pero sin demasiadas estridencias. Lo mejor de todo es cuando dejas de observarla, te subes en ella comienzas a pedalear, realmente las sensaciones que trasmite hace que parezca que vas sobre una bicicleta de gama muy superior.

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Si algo nos gusta de la Scalpel es el comportamiento que tiene sobre terrenos abruptos y que imponen fuertes cambios de ritmo, su geometría hace que pedalear sobre ella sea muy cómodo, sin obviar las prestaciones que de por si nos ofrecen las ruedas de 29” una vez cogemos la inercia para superar los diferentes obstáculos que podamos encontrar. Una horquilla algo más lanzada y unas vainas cortas nos permiten afrontar las subidas con mayor facilidad y dotarnos de mayor maniobrabilidad y estabilidad en las bajadas.

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La horquilla Lefty PBR 29 de 100mm de recorrido posee un tacto soberbio, pudiendo mantener un control absoluto en todo momento, y gracias su sistema de regulación nos permitirá de forma sencilla ajustar tanto el rebote como bloquear la horquilla por completo cuando comenzamos a subir. La única pega es el de tener que soltar una mano para manipular este sistema, tendremos que anticiparnos a los cambios para no apurar demasiado. Las horquillas Lefty, lejos de lo que muchos usuarios piensan, poseen una rigidez y resistencia por encima de la media de horquillas convencionales. Su barra de forma exagonal lleva en cada «pared» unas tiras de rodamientos de agujas planos, que hacen que su tacto sea suave y preciso, además de evitar holguras de casquillos o fricciones innecesarias.

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La parte trasera del cuadro viene reforzada con el sistema ECS-TC (Enhanced Center Stiffness –Torsion Control) que consta de un eje pasante de 15 mm que une las dos bieletas con el basculante. Este eje hueco es fijado mediante una abrazadera a cada lado, otorgando una resistencia extra a todas las fuerzas de torsión que se forman sobre este punto crítico. La rigidez que aporta el sistema se aprecia realmente cuando comenzamos a exigir a la Scalpel, ya sea en subidas pronunciadas pedaleando con fuerza, como en bajadas técnicas, donde la parte trasera de la bici no para de cruzarse de un lado al otro del camino. El eje pasante de 12mm de la rueda trasera también aporta su granito de arena.

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El amortiguador trasero Rock Shox Monarch RL nos proporciona 100mm de recorrido útil. Cuenta con sistema Dual Flow que permite realizar un ajuste bastante precioso del rebote dependiendo del tipo de terreno por el que vayamos a pedalear, para así, sacar el máximo provecho de la Scalpel. El tacto de la suspensión trasera es suave y lineal en todo su recorrido. Pedaleando con fuerza y con el amortiguador en posición «abierto», el «vaivén» es inapreciable. En una bici enfocada a las rutas maratonianas y la competición de rally, la comodidad y la eficacia de pedaleo son dos puntos donde merece la pena perder el tiempo, y los ingenieros de Cannondale han hecho su trabajo.

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El montaje de la Scalpel 4 es el más sencillo de toda la gama. Aun así, esta monta un grupo Shimano con pulsadores y cambio SLX, siendo el resto de la transmisión junto a los frenos, Shimano Deore. Funcionalidad y precisión garantizados. La calidad del cuadro y suspensiones está a la altura de sus hermanas mayores con cuadro de carbono, esto nos permitirá ir actualizando los diferentes componentes sin tener que cambiar la base en mucho tiempo.

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Las llantas de 29″ están firmadas por ZTR con su modelo Rapid, que junto a unos radios DT Swiss y el buje delantero Lefty SL y trasero Formula DHG, crean un conjunto rodador del que no deberemos preocuparnos en muchos kilómetros. Para rematar el conjunto, las cubiertas Schwalbe Racing Ralph en medida de 2.10″, que con su gran balón y pequeño taqueado nos dejarán rodar con soltura por casi cualquier terreno sin penalizar mucho en el agarre.

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La propia Cannondale firma el resto de componentes, con sus manillar, potencia y tija de sillín C3, o el sillín Stage 3 con railes de CroMo.

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Sin duda alguna, los puntos fuertes de la Scalpel residen en el estudiado diseño de su cuadro, mejorado año tras año por los ingenieros de Cannondale junto con las aportaciones de los usuarios y los corredores profesionales de su equipo, que con un acompañamiento perfecto como es la horquilla de suspensión Lefty y la nueva medida de rueda de 29″, hacen de la Scalpel una máquina devora kilómetros capaz de despuntar en la alta competición por su ligereza, rigidez y fiabilidad del sistema.

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Más información en www.cannondale.com

Texto: ARP
Fotos: Juan Angel Triguero
Rider: David Molero