Lo que hoy queremos presentaros es una de las últimas obras lanzadas por la marca alemana. La bicicleta Stevens Izoard esta diseñada y dirigida al gran público pero dotándola de matices que la hacen destacar dentro de su segmento frente a sus rivales más directas.
Fabricada en fibra de carbono tanto su cuadro como su horquilla la Izoard logra acotar su peso en los 8.1kg, lo que significa que sin ser una de las bicis más ligeras del mercado si ha conseguido colocarse entre las primeras posiciones de ese segmento económico ofreciendo un ajustadísimo balance calidad-precio gracias al buen hacer de la marca y con el añadido de unos componentes de primer nivel.
«Quedé increíblemente sorprendido con la capacidad que tenía la bici para convertir en movimiento cada una de las pedaladas»
La Izoard resulta ser una bicicleta de esas que si te cruzas con ella sin duda no podrías evitar girarte a mirarla de nuevo. Pese a lo que de lejos parece un diseño sencillo, logra captar la atención gracias a los detalles en sus formas rectas combinadas con las estilizadas curvas que Stevens estampa mediante la fabricación por completo en fibra de carbono.
Una vez subidos a ella y damos las primeras pedaladas, sentimos al instante la rapidez y eficiencia con que transmite al suelo la potencia que imprimimos con las piernas, da la sensación de que no vamos a desaprovechar ni una gota de esfuerzo para pasar de cero a cien antes de que queramos darnos cuenta.
Como ya hemos dicho pese a ser una bici de gama media no debemos dejarnos llevar por las apariencias, las horas de trabajo que hay detrás de su geometría se van a traducir en un comportamiento inmejorable tanto en subidas interminables como en bajadas frenéticas. La anchura de su pedalier en combinación con la esbeltez de sus tirantes y vainas van a formar un binomio perfecto entre rendimiento, respuesta y ligereza, dando la sensación de que lo que estamos manejando no es menos que una bicicleta propia de un ciclista que se estuviese disputando un maillot.
A la hora de bajar, no hemos tenido piedad poniendo a prueba la nueva Izoard, y podemos decir en voz alta que ha pasado con un sobresaliente el examen. Nos ha encantado el comportamiento de la horquilla y el cuadro en general, si bien no es necesario en la mayoría de las ocasiones, es importante saber que contamos con una tecnología que nos va a dar vía libre a la hora de pilotar de un modo más agresivo.
Nos ha sorprendido el aplomo con el que esta bici puede entrar en curva sin descomponerse e inmediatamente poder salir y retomar velocidad en apenas unos metros.
Entre los componentes que Stevens ha elegido montar en su Izoard, a parte de la horquilla y dirección que son de la propia casa, vamos a encontrar sillín, tija, potencia y manillar todos ellos de la marca Oxygen.
En el apartado de la transmisión la izoard monta por completo un grupo Shimano 105 de 11 velocidades y escogiendo en el caso de platos y piñonera una combinación 52×36 en el primero y 11×32 en el segundo.
En cuanto a sus frenos, también se ha montado un grupo 105, que sin ser el tope de gama de Shimano, no se echa de menos una potencia de frenada mayor. Con la ligereza del cuadro y el aplomo del conjunto estos frenos logran detener la bici desde alta velocidades hasta cero sin tener que aplicarse en exceso y sin dar sensación de descontrol en ningún momento.
Por ultimo en la parte de las ruedas se ha optado por una combinación de llantas y bujes Mavic del modelo Aksium Elite fabricadas en aluminio.
Tras haber probado la Izoard, personalmente me vienen a la mente 3 características principales. En primer lugar quedé increíblemente sorprendido con la capacidad que tenía la bici para convertir en movimiento cada una de las pedaladas. La sensación que transmite es de inmediatez, es como si la bici demandase más y más y más y que no va a haber ritmo que no aguante.
Otro punto que tengo que destacar de esta bici es la rigidez y confianza que transmite. Como dije antes al hacer un sprint de subida, notaba que en todo momento la bici respondía dando la sensación de estar ayudándote a empujar en las cuestas, haciéndote fácil lo que a vista iba a parecer complicado, incluso poniéndose de pie y sacando la bici de parte a parte, no había un momento en que la bici pareciese no ir acompasada con el ritmo que le imprimía en cada instante.
En los puertos de bajada la sensación fue aún mejor sobre todo en curvas más cerradas donde se podría comprometer más el comportamiento de la bici. Muy contento con este punto ya que tuve la suerte de contar con una carretera despejada que me permitió hacer pruebas cada vez más fuertes y en todas ellas las sensaciones fueron muy satisfactorias pudiendo apurar cada vez más gracias al aplomo de la dirección y la horquilla a la hora de soportar toda la carga.
En último lugar por ser una opinión más personal quiero reseñar su estética, que debo reconocer, me dejó boquiabierto. Pese a que puede parecer una bici sencilla, cuando la tienes justo delante sorprende la mezcla de formas y líneas rectas del cuadro en conjunción con la forma aerodinámica de la horquilla. Una combinación que seguro va a ser del gusto de muchos aficionados a este deporte de las dos ruedas.
Precio Stevens Izoard: 1 799.00 €
Más información: Stevens Bikes / / Distribuye: Macaro Llorente