Estamos curados en salud. Sí, da igual lo que diga uno o haga el otro, todo nos entra por un oído y nos sale por la otra oreja. Hacemos un meme, nos reímos todos, y vamos en busca de nuestra siguiente víctima que nos libre de nuestra mediocridad diaria con otra carcajada.
A veces pienso que no es la televisión, ni los demás medios de comunicación quienes nos tienen anestesiados ante cualquier acción social que requiera una cierta crítica constructiva y racional. Lo de racional es importante.
Creo, que hasta nos echan alguna «droja en el colacado» para tenernos adormecidos y asentir con la cabeza mientras repetimos las mismas palabras unos y otros como auténticos borregos.
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Está claro que el tema de los carriles bici de Madrid, es tan insignificante, como un pequeño granito de arena comparado con los problemas en forma de montañas inmensas de piedras que tenemos en otras áreas o temas, y que son mucho más importantes.
Pero es sin duda el reflejo de una sociedad en decadencia, que antepone siempre siempre su beneficio y bienestar propio, que el de los demás o el de las siguientes generaciones.
Prefiero tragar humo negro que tener que ir andando o en bici a todas partes
Y por ahí también nos tienen cogidos por los ovarios (que se note que soy feminista). Dar voz y presencia a los menos avispados (vamos a ser suaves aquí, que ya veo venir las hordas de críticas en las redes sociales), también tiene sus consecuencias.
Si a diario vemos en la televisión, la radio, las revistas (¿aún quedan revistas?) o en Internet, a los más tontos del pueblo en portada, día si y día también, no cabe duda de que estamos totalmente anestesiados ante la estupidez humana.
No se si me entiendes, pero para eso se pueden decir las cosas de mil y una maneras.
Cuando el señor Almeida…, bueno vamos a llamarle como se merece, cuando el señor Don José Luis Martínez-Almeida (¿que te creías que le iba a llamar señor Don Carapolla?), no hombre no, Iberobike es una revista seria.
Bueno, cuando «el Don» salió en un reciente programa de televisión junto a un grupo de niños, soltando que era mejor donar dinero para salvar o reconstruir la catedral de Notre Dame que el Amazonas, ¿que hicimos todos?. Reírnos. (o echarnos las manos a la cabeza como los niños)
Bueno, también hubo y hay una gran mayoría que asentía con la cabeza y le daba la razón al señor Alcalde de la ciudad de Madrid. Estos no es que estén anestesiados, y es muy diferente lo que quiero llegar a contar. Estos sencillamente están enfermos crónicos.
Bueno, y no solo fue ese día con los niños, es prácticamente a diario. Se rumorea que cuando Don Almeida abre la boca, un gatito muere en alguna parte del mundo.
Y si vuelves 5 o 6 párrafos más arriba, retomo para confirmar, que cuanto más estúpidos, incultos y -añade lo que quieras aquí- sean nuestros dirigentes, mejor les va a ir a ellos sin duda.
Si nos tienen acostumbrados a mostrar en los medios a los más estúpidos del corral, y encima, la gran mayoría del rebaño social solo desea imitarlos (esto es tristísimo), es normal que en la política también nos gobiernen sus semejantes. Vamos los mas tontos elegidos a dedo.
Y no son insultos al libre albedrío, son hechos. Yo puedo ser un gilipollas integral, lo reconozco, pero al menos se quien me lo llama. ¿No era así señor Okjeda?
En lugar de echar a patadas a Almeida o a otros de su semejanza el segundo día que dice o hace algo así, simplemente ponemos un tweet, hacemos un meme, reenviamos el vídeo a todos nuestros grupos de Whatsapp junto con una carita llorando de risa, o escribimos artículos en revistas de bicicletas de poca monta.
Por cierto, hablando de revistas de bicicletas, me cuesta encontrar algún artículo o simple publicación de Facebook donde se critique, ya sea positiva o negativamente lo que se está llevando a cabo en Madrid con los carriles bici. Deben de estar caros los Fan’s para perderlos.
Y a esperar a que vuelva a abrir la boca para tener algo que hablar, y como ocurre con el azúcar o el tabaco (y cualquier otra droga), con lo que seguir controlando nuestro ansia de recibir diariamente nuestra dosis de estupidez y que no baje el nivel que hemos alcanzado y nuestro cerebro demanda con ansia.
Esto esta escrito en 15 minutos, se han corregido las faltas, espero, así que si el argumento es malo o no me he sabido expresar correctamente, pido disculpas públicamente.
