Las bicicletas eléctricas de montaña permiten hacer prácticamente lo mismo que cualquier otra bicicleta convencional, aunque debemos saber algunas cosas antes de lanzarnos a tumba abierta por el monte.
Además de la ayuda en el pedaleo, la cual se corta al sobrepasar los 25 km/h, las bicicletas eléctricas o Ebikes tienen ciertas peculiaridades que el ciclista neófito debe saber antes de comprarla.
El principal pero que tienen hoy en día, aunque cada vez se consigue solventar mejor, es su elevado peso.
No todas las bicicletas eléctricas son iguales, ni sirven para hacer lo mismo
En el ciclismo existen multitud de variantes y modalidades. Incluso dentro del mountain bike tenemos diferentes estilos.
Sin pararnos en cada uno de ellos (XC, Trail, Enduro, Freeride, DH, etc), debemos saber que ebike comprar según la modalidad que practiquemos.
La mayoría de ebikes que se venden hoy en día están enfocadas al Trail y el Enduro, aunque con la ayuda del motor eléctrico, podemos usarlas casi para cualquier menester.
El peso y donde se encuentre colocado en la bicicleta eléctrica, influirá en el manejo de la misma
Los ingenieros se han esmerado mucho en conseguir equilibrar los pesos extra de las bicicletas eléctricas.
Estos pesos se centran en el motor, normalmente colocado en el eje de pedalier, en el punto más bajo y centrado de la bicicleta para ganar en estabilidad, y la batería.
En este caso, esta por norma general va integrada en el tubo diagonal de la bicicleta, lo que suele hacer que en conjunto, esta pese algo más en la parte delantera.
Pedaleando, ya que el peso en conjunto es bastante elevado comparado con una bici normal, no solemos notar mucha diferencia.
Pero cuando las ruedas se despegan del suelo, es decir al saltar, cómo estén repartidos los pesos y cuanto sea el peso total de la bici, puede influir en su comportamiento.
Sí, claro que se puede saltar con una bicicleta eléctrica, pero requiere una adaptación y algo más de velocidad
Es raro que una ebike no tenga los pesos extra colocados estratégicamente para que el conjunto sea lo más equilibrado posible, pero puede ocurrir en determinados modelos.
Si esto sucede, no solo deberemos pasar un periodo de adaptación al peso extra de la bici, también a como reacciona cuando las ruedas comienzan a separarse del camino.
También hay saltos y saltos, y otra pequeña norma general, es que a mayor peso, necesitaremos un poco más de velocidad. Esto también tiene sus excepciones.
Una cosa es el tiempo de vuelo, y otra la altura del mismo. Si vamos a más velocidad para conseguir que las ruedas cojan aire, seguramente saltemos longitudinalmente más metros.
Esto, además de por una mayor velocidad, es debido a la inercia que cogemos sobre una bicicleta eléctrica, y ocurre tanto saltando como pedaleando.
Tanto para saltar como parar frenar, requeriremos de una frenada más potente y de algo más de tiempo para detener la ebike y a nosotros sobre ella.
Si crees que con una bicicleta eléctrica no se puede saltar, a continuación te dejamos un par de vídeos para que veas que tan solo hace falta algo más de velocidad y controlar la diferencia de peso respecto a otras bicicletas.
Así disfruta Brendan Fairclough con su Scott eléctrica:
Y si crees que para bajar más rápido necesitas que tu bici sea más ligera, Neko Mulally hace la prueba: