El alavés se impone en la cima del Sassotetto tras mostrar su inteligencia en el final de la etapa ‘reina’ de la Tirreno-Adriático, donde ya es 4º en la general
No tuvo que esperar más que nueve días de competición para alzar los brazos con sus nuevos colores. Mikel Landa ya ha mostrado este sábado en la cuarta etapa de la Tirreno-Adriático 2018 la clase mundial que justificó su fichaje por Movistar Team. El alavés de Murgia cruzó victorioso la meta del Sassotetto, después de una larguísima jornada de 219 km con inicio en Foligno, tras medir a la perfección los tiempos en el tramo final de ascenso.
No fue hasta los últimos tres kilómetros cuando Mikel, que rodó en todo momento en compañía de Jaime Rosón en el grupo de favoritos -tras el trabajo de cobertura de los Bennati, Arcas, Sütterlin, Oliveira o Amador hasta la subida-, lanzó su primera aceleración. Landa superó a López (AST), que había atacado con anterioridad y sufrió un percance mecánico cuando iba por delante, y llegó con facilidad hasta los tres ciclistas de cabeza: Majka (BOH), Aru (UAD) y Hermans (ICA). Con ellos y junto al neozelandés Bennett (TLJ), el único que llegó desde el grupo tras las aceleraciones del vasco, se jugó un sprint en el que Landa rubricó su decimocuarto éxito en profesionales y la séptima victoria para Movistar Team en 2018.
Landa es ahora 4º -a 20″ de Damiano Caruso (BMC)- en una general donde Rosón, que cede por ahora su maillot blanco de mejor joven al belga Benoot (LTS), se sitúa undécimo a 44″. La ‘Tirreno’ quedará definida entre mañana domingo, con otro final en cuesta similar al de ayer viernes en Filottrano, y la CRI de 10 km del martes en San Benedetto del Tronto. Por ahora, los telefónicos ya saborean el primer éxito en sus filas de un nuevo referente para el conjunto de Eusebio Unzué.
DECLARACIONES / Mikel Landa:
“El equipo ha estado fenomenal y hemos demostrado que tenemos un bloque muy fuerte. Nos han arropado a Rosón y a mi durante todo el día hasta la subida final. Allí sabíamos que se iba a mover gente de lejos, pero queríamos dejar a otros equipos trabajar un poco más porque era un puerto largo y arrancar desde abajo podía ser un suicidio. Sobre todo Sky mantenía varios corredores y hemos preferido esperar para atacar en el momento adecuado. Cuando quedaban menos de 4 km he decidido tirar hacia adelante porque si salía mal siempre teníamos a Rosón detrás y me ha salido perfecto».
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