La fibra de carbono que se usa para construir los cuadros y componentes de las bicicletas se consigue tras un proceso caro, que requiere mucha energía y además se está convirtiendo en un problema a la hora de ser reciclado.
La aparición de la fibra de carbono ha sido toda una revolución en la industria de los materiales compuestos, su desarrollo tuvo lugar en la década de los años 60.
Tras su éxito en el sector de la aeronáutica, su utilización se extendió a gran velocidad a otros campos, como en la construcción de cuadros de bicicletas y sus diferentes componentes.
Ventajas de la Fibra de Carbono
Las propiedades que hacen que la fibra de carbono haya sido tan rápidamente adoptada en los procesos constructivos de la industria aeroespacial y posteriormente por otras, es su relación entre resistencia y peso.
La fibra de carbono es un material muy ligero con propiedades elásticas además de una gran resistencia mecánica y se mantiene estable ante cambios fuertes de temperatura.
Existen gran variedad de calidades en la construcción de fibras de carbono, pero en general se puede decir que es más resistente que el acero y tan ligera como el plástico.
El problema medioambiental de la Fibra de Carbono
Estas propiedades anteriormente mencionadas, unido al proceso constructivo que se utiliza para unir las fibras hace que sea muy difícil su reciclaje.
En la producción de estos elementos de fibra de carbono se generan muchos residuos y no solo por la propia fibra de carbono con la que se construyen las bicicletas.
Además para la unión de estas fibras se usan resinas plásticas, materiales diversos de relleno, pinturas etcétera, que complican aún más el proceso de reciclaje y terminan convirtiéndose en un problema medioambiental.
Cada vez se usa más la fibra de carbono y cada vez son mayores las toneladas de residuos que se genera en su producción y esto además de ser un problema medioambiental, comienza a pasar factura a la imagen de marca.
La gente cada vez está mas concienciada con los procesos productivos y los residuos que se generan y esto preocupa a los fabricantes.
Marcas de bicicletas como Trek o Specialized han tomado medidas en este asunto y se han asociado con Universidades y centros de investigación para intentar paliar de alguna forma los problemas medioambientales que genera esta industria.
No a las bicicletas de Fibra de Carbono
Uno de los casos más llamativos sobre el problema de la contaminación de la fibra de carbono en relación a la industria de la bicicleta, fue el caso de la marca de bicicletas finlandesa Pole.
Leo Kokkonen que es fundador de la marca de bicicletas Pole, comenzó en 2014 la posibilidad de crear una versión de fibra de carbono de sus bicicletas.
Comenzaron a estudiar el proceso constructivo de cuadros de bicicleta con esta tecnología, ajustando la cinemática y la geometría del cuadro a los requisitos del material.
En su visita a China donde se producen la mayoría de los cuadros de bicicleta de fibra de carbono del mundo, Leo Kokkonen fue testigo de lo contaminante que es esta industria.
Los restos de fibra de carbono acababan en muchos casos en el fondo del mar y los productos químicos utilizados en la unión de las fibras de carbono son muy tóxicos.
Esto provocó que el proyecto de producir cuadros de fibra de carbono de bicicletas Pole se diera por concluido.
Leo Kokkonen anunció que continuarían produciendo sus bicicletas en aluminio que es 100% reciclable y lanzó duras criticas contra el proceso actual de producción de cuadros de fibra de carbono en China.
Reciclaje Fibra de Carbono con R3FIBER
Uno de los problema que se genera en proceso de reciclaje de la fibra de carbono son los gases que se producen en su descomposición que son altamente contaminantes.
Una nueva patente española denominada R3FIBER, es capaz mediante un catalizador, de reciclar la fibra de carbono de forma eficiente generando en el proceso un gas rico en hidrógeno.
Esta tecnología ha sido desarrollada gracias a las investigaciones del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM), en colaboración con la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
La tecnología R3FIBER consigue mediante un proceso termoquímico recuperar las fibras de carbono para su reutilización, a la vez que genera hidrógeno, que se aprovecha para la producción de electricidad.
El Hidrógeno el combustible del futuro
El hidrógeno esta considerado como el combustible del futuro, tanto coches como bicicletas eléctricas se moverán usando hidrógeno, ya existen ejemplos de ambos.
La ventaja que tiene el hidrógeno como fuente de producción eléctrica es que el único residuo que deja es agua.
Las ebikes impulsadas por motores de pila de combustible además de ser altamente eficientes, consiguen con una simple recarga de hidrógeno de 2 minutos disponer de una autonomía actualmente de 150 kilómetros.
En Francia la empresa Hydrogen ya ha comenzado a comercializar sus bicicletas de hidrógeno con unas prestaciones superiores a las de las actuales ebikes con motores eléctricos convencionales.