¿Qué pasa con una marca de bicicletas cuando pertenece a un gran grupo inversor?

Hoy en día quedan pocas marcas de bicicletas que no pertenezcan a un gran grupo inversor, un arma de doble filo que puede terminar con la desaparición de muchas de ellas.

A lo largo de la corta historia de la industria del ciclismo actual, hemos visto nacer y también desaparecer a muchas grandes y pequeñas marcas de bicicletas, y también de componentes o complementos ciclistas, incluso equipos profesionales.

En los últimos años, y ante la continua incertidumbre económica, también hemos visto como poco a poco, media docena de grandes grupos inversores (ver lista aquí), se han hecho con el control de muchas de estas empresas.

Para el inversor individual, incluso para las propias marcas, pertenecer a estos multimillonarios grupos, supone tener la seguridad de que cuando las cosas vayan flojas, o cuando se necesite dar un empujón para crecer o llegar más lejos, la liquidez y seguridad económica ayudará a aguantar el chaparrón.

Pero amigos, todo tiene un precio, y más cuando al cerrar los diferente ejercicios, toque repartirse el botín.

Cuando un grupo inversor no consigue los beneficios esperados, lo primero que se suele hacer es deshacerse de las empresas que menos dinero generan

En estos años, hemos visto como algunas marcas de renombre se han dejado morir por el mero echo de no proporcionar los beneficios que sus dueños, desde sus sofás, pensaban que darían.

Cando se tienen 10, 15 o 40 marcas diferentes dentro de un mismo grupo inversor, siempre hay alguna que está a la cola, que no es del todo rentable, o simplemente no interesa que prospere. En algunos casos se termina malvendiendo, en otros simplemente se deja morir.

Los recortes de personal, de gastos o de inversión son otras de las estrategias para aumentar los beneficios, pese a que las ventas aumenten y sigan generando dinero. Pero nunca es suficiente para estos tiburones.

La moraleja, es que no siempre se puede crecer, no siempre se pueden aumentar las ventas, no siempre se pueden mejorar los productos, y no siempre se pueden aumentar los beneficios.

Crecer y crecer no es posible por más que se empeñen algunos, y pese a que el grupo inversor siempre lo hará, pues pondrá su dinero en las empresas mas rentables y dejará morir las que generan menos beneficios, a pie de calle, supone que muchas empresas, sus trabajadores, su historia y sus productos, quedarán en el olvido para siempre.

Lamentablemente el pez grande siempre se comerá al chico, pero el chico, si hace las cosas bien, sin las presiones de crecer y crecer, y se centra en su producto, puede aguatar cualquier bocado de estos tiburones sin escrúpulos.

Hoy en día quedan muy pocas marcas ciclistas de renombre que no pertenezcan a algún grupo inversor. Las ventas de bicicletas no solo se están estabilizando, sino que ya empiezan a bajar notablemente.

Cuando estas no generen los beneficios que los inversores esperaban, ya sabe lo que ocurrirá…

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