Hoy nos han dado otro golpe más, otra noticia de esas que no quisieras escuchar nunca: muere otro ciclista más en la carretera. Esta vez tendrá mucho más eco, se trata de uno de los profesionales de la bicicleta más queridos y respetados del pelotón internacional, Michele Scarponi, integrante del equipo Astana.
Esta mañana, mientras entrenaba cerca de su casa, en Filottrano, para preparar su participación en el Giro de Italia que empezará en un par de semanas y en el que iba a participar como jefe de filas de su equipo, ha sido atropellado por una furgoneta en un cruce y ha terminado con su vida, a los 37 años de edad (cumplía 38 en Septiembre), dejando mujer y dos hijos.
No sé cuántos más tienen, o tenemos, que caer para solucionar este problema.
Al ser un ciclista profesional de renombre el impacto será mayor, y espero que haga reflexionar a más gente. Cuando nos ponemos al volante o al manillar de cualquier vehículo debemos de ser conscientes de lo que tenemos entre manos, de la responsabilidad que ese hecho conlleva, de que podemos hacer mucho daño, incluso matar, si no nos lo tomamos en serio.
Siempre caemos también en la tentación de echar la culpa al administrador de turno para que ponga solución a los problemas, pero muchas de las veces la solución pasa por uno mismo; de nada me sirve llevar en mi maillot mensajes que pidan el metro y medio de separación si luego me monto en el coche y no acato el resto de las normas de circulación, como pararme en los Stops, mirar bien en los cruces y en los cedas, etc…
Es evidente que desde las distintas instituciones implicadas en el tema de circulación no se está haciendo lo que se debe, pero también es verdad que muchas de las veces no se lo ponemos fácil.
No es más que una cuestión de RESPETO.
Estoy harto de escuchar la típica frasecita de que «si los ciclistas no respetamos las normas de tráfico no podemos pedir el metro y medio de separación». Hagamos una puntualización a esa afirmación, a mí tampoco me gusta que se salten los semáforos, ni las bicis ni nadie, como tampoco me gusta que no se respeten las normas de circulación que aceptamos todos cuando circulamos por cualquier vía pública. Pero cuando haces esa afirmación, da la sensación de que como tú te has saltado un semáforo, en cuanto salgas, a la carretera los coches pueden ir pegados a ti y si te atropellan, pues mala suerte. Entonces que hacemos con todos los conductores que incumplen alguna norma de tráfico ¿les medimos por el mismo rasero?. Las normas están para cumplirlas, la administración ya tiene mecanismos para sancionar a aquellos que no las cumplen, nosotros lo que tenemos que hacer es intentar respetar al que tenemos al lado, sobretodo cuando la vida de alguien está en juego.
No me gusta decir que espero que la muerte de alguien sirva para algo, por lo menos para despertar conciencias, porque esa afirmación significa que alguien ha fallecido de forma injusta, que algo estamos haciendo mal y hemos tenido que pagar un precio muy alto para darnos cuenta. No me gusta pero hay que tenerla en cuenta, ya que el daño esta hecho a ver si sirve para algo y no queda en nada. Sé que el dolor de la muerte de Scarponi es muy grande, sobretodo para su viuda e hijos, pero si con el paso del tiempo ha servido para despertar conciencias y para salvar la vida de otros ciclistas no será un “accidente” más. Espero que sea el principio del fin.
Allí donde estés Michele, espero que puedas ver que no has sido sólo otro más.
Descansa en Paz, amigo ciclista.