¿Qué hacer si no estás contento con tu bicicleta actual?

¿Conoces algún ciclista que se haya comprado exactamente la misma bicicleta que ha tenido durante años, pero nueva?

Ciclistas y bicicletas, bicicletas y ciclistas, una combinación casi perfecta. Aunque a veces, esa especie de simbiosis existente entre ambos no termine de funcionar al 100%.

Por lógica, la bicicleta no se va a quejar de si el ciclista hace o deja de hacer esto o lo otro, si pesa mucho, o de si solo la lleva por caminos de cabras o cuestas muy empinadas.

Aunque a veces la bicicleta si puede llegar a quejarse, sobre todo si no la cuidamos y hacemos los mantenimientos preventivos oportunos. En estos casos, tarde o temprano, la bici se revelará contra nosotros en el peor de los momentos esperados.

Pero en esta ocasión que nos acontece, la idea va dirigida en la dirección opuesta, es decir, las quejas de los ciclistas hacia su propia bicicleta.

Como en toda relación que se precie, ya sea amorosa, amistosa o laboral, siempre existe problemas y altibajos, y de nosotros depende de sobrepasarlos lo mejor posible y seguir avanzando.

Pero cuando los problemas se convierten en crónicos, o cuando solo vemos defectos en el otro, es decir, defectos en nuestra bicicleta, como en la vida misma, la relación no tiene mucho futuro.

Es por ello que hay ciclistas que llegan a odiar a su bicicleta en algún momento de «su vida».

Los motivos para odiar a nuestra bicicleta pueden ser muchos, incluidos los celos. Sí, existen los celos entre ciclistas…

Querer tener siempre el último modelo, o la mejor bicicleta de la grupeta, o la bicicleta más reluciente, la más ligera, y un sin fin de cosas más, genera cierto malestar entre quienes aspiran a ello y por H o por B no consiguen lo que desean.

No se puede tener todo en esta vida, ni si quiera siendo Elon Musk.

Y es que amigos, el ser humano, por norma general, suele ser así, y más en la sociedad consumista y materialista en la que nos hemos convertido. Aunque tengamos algo muy bueno, siempre queremos algo mejor.

Por mínimo que parezca el detalle, los ciclistas en general suelen querer mejorar su máquina. Unos simples puños, unas cubiertas de competición, un amortiguador mejor, un manillar aero, y suma y sigue.

Para ir resumiendo , como todo en esta vida, podemos mejorar lo que tenemos, pero eso no quiere decir que no debamos estar contentos con lo que tenemos.

¿Estas contento con tu bicicleta? ¿Te comprarías exactamente la misma cuando la tuya comience a fallar por todas partes?

Si no estás contento con tu bicicleta, puedes intentar mejorar aquello que falla, pero por experiencia, tener el último modelo, el más ligero, el más reluciente, etcétera, no te hará más feliz a la hora de dar pedales.

El proceso de conseguir aquello a lo que aspiramos el que mas ilusión despierta en el ciclista, pero una vez lo tenemos y lo disfrutamos durante algún tiempo, esa ilusión suele esfumarse, generando de nuevo la necesidad de cambiar el material.

¿Conoces algún ciclista que se haya comprado exactamente la misma bicicleta que ha tenido durante años, pero nueva?

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