Para la tercera edición, que tendrá un espectacular recorrido de 200 kilómetros, ya sólo quedan aproximadamente 100 inscripciones por cubrir de las 1.000 que había disponibles.
La Rioja Bike Race, que tendrá lugar del 13 al 15 de mayo en Logroño, ha presentado hoy su tercera edición con la mejor noticia posible, un nuevo éxito de participación, ya que sólo quedan aproximadamente 100 inscripciones por cubrir de las 1.000 que había disponibles. El plazo límite para registrarse es el 25 de abril, fecha en la que está previsto que se agoten los dorsales que quedan a disposición.
Desde su lanzamiento en 2014, Rioja Bike Race ha formado parte del calendario aprobado por la Unión Ciclista Internacional (UCI), otorgando más de 15.000 euros en premios en metálico, además de puntos UCI que serán determinantes los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Este año, La Rioja Bike Race será especialmente clave para los Mountain Bikers élite, ya que la clasificación para la gran cita de Río se cerrará sólo dos semanas después de la competición riojana.
Xavier Bartrolí se ha referido al crecimiento meteórico de la prueba. “En dos años hemos conseguido que la competición se consolide en el calendario UCI, siendo una de las pruebas que más gustan por el recorrido y por todo lo que conlleva Logroño. Es uno de los destinos turísticos preferidos por su territorio y gastronomía y eso provoca que los 1.000 Mountain Bikers que se dan cita vengan acompañados siempre por amigos o familia, lo que a la postre es una gran noticia para la ciudad y la comunidad, que se benefician de unos ingresos extraordinarios”, ha argumentado el presidente de Octagon.
Un recorrido apasionante
La primera etapa de La Rioja Bike Race con 64 km y 1.700 metros de desnivel.
Será exigente para que los participantes puedan posicionarse. La prueba se iniciará por primera vez en dirección a Clavijo (en las anteriores ediciones era en dirección a Moncalvillo), atravesando los típicos viñedos riojanos. Se irá ganando altitud y en esta ocasión se tomará un inédito sendero entre Trevijano y Luezas, para a continuación descender hasta Nalda por uno de los senderos míticos de la zona y de la prueba. El regreso a meta pasará por el velódromo de Prado Salobre antes de encarar la última dificultad del día, las sendas del Pico del Águila.
La segunda será la etapa reina con 81 km y 2.000 metros de desnivel.
Partiendo de nuevo desde el Palacio de los Deportes de La Rioja (centro neurálico de la prueba) y en paralelo al río Iregua, se llegará hasta Viguera para tomar la famosa Calzada Romana, uno de las secciones de sendero más emocionantes para los participantes. Finalizado el tramo en Torrecilla de Cameros, y en dirección Nestares, se llegará hasta la Peña del Cura, donde en vez de ir a coronar a Moncalvillo (como en anteriores ediciones), se iniciará otro tramo inédito, a media ladera, y combinando caminos abruptos y senderos. Poco a poco se irá ganando altitud hasta enlazar de nuevo con un fascinante sendero (incorporado por primea vez en la pasada edición), La Regadera, que se convertirá en un icono. El tramo final volverá a pasar por el Pico Águila, pero esta vez sorteando sus tramos más complicados.
La tercera y última etapa con 55 km y 1.400 metros de desnivel.
Se presenta una gran y principal ascensión. Será la menos exigente para que los participantes puedan regocijarse del espectacular recorrido. Saldrá de Logroño en dirección Pico del Águila, yendo en busca de Moncalvillo. Se ascenderá por primera vez desde Sorzano para, una vez alcanzada la cima, descender el fascinante sendero de Las Neveras, otro de los hitos de la región. Antes de regresar vertiginosamente a Logroño, se recorrerán algunos bonitos parajes próximos a Daroca de Rioja. El cierre de la prueba, será inédito sendero junto a La Grajera.
En total, 200 kilómetros con unos 5.000 metros de ascensión que harán las delicias de los más puristas del Mountain Bike.