Pulsa «Intro» para saltar al contenido

¿Por qué las marcas de bicicletas eléctricas impiden reparar las baterías o utilizar no originales?

Cada vez se venden más bicicletas eléctricas. Sus baterías tienen los días contados, y terminada su vida útil, en el mejor de los casos, toca desembolsar una fortuna para comprar una de repuesto original.

Hoy os hablábamos de el mayor fabricante de bicicletas del mundo y su posición frente a las baterías de las ebikes que se venden en todo el mundo.

Aunque puedes ver el artículo desde este enlace, básicamente lo que dice claro y alto, es que no se puede continuar con el ritmo de fabricación de baterías nuevas para bicicletas eléctricas.

Solo en los Países Bajos, ya hay más de cinco millones de bicicletas eléctricas circulando por sus calles.

Con el aumento de las ventas de estos vehículos, no solo habrá muchas más en todo el mundo, sino que con el paso de los años (dos o tres, no hace falta irse muy allá), muchas de estas ebikes tendrán que ir a la basura al no poderse reparar.

Sin embargo, los grandes fabricantes y asociaciones como CONEBI (Confederation of the European Bicycle Industry) llevan tiempo oponiéndose a que las baterías gastadas o dañadas de las bicicletas eléctricas, puedan ser repararas una vez cumplida su vida útil.

Una batería de repuesto para una bicicleta eléctrica puede costar entre 200 y 1.00 euros

Aunque depende de muchos factores, la vida útil de una batería de ebike actual, puede durar entre 3 y 5 años.

También mucho menos, pues todas tienen unos ciclos de carga máximos, en torno a los 1000 ciclos, por lo que si estamos mañana, tarde y noche toda la semana dándole a los pedales, posiblemente no llegue a 3 años funcionando.

Pasado este tiempo, la solución, salvo excepciones muy contadas, es pasar por caja y comprar una batería original venida por el propio fabricante de la bici.

Es el negocio perfecto. Te venden una bicicleta que cuesta medio riñón, y a los tres años, o cambias la mitad de las piezas, incluida la batería, o compras una nueva.

No todas las baterías se pueden reciclar y no todas los fabricantes de bicis eléctricas tienen una política de reciclado definida y transparente

La cosa no queda únicamente ahí, en comprar una nueva y tirar hasta que falle otra pieza o se terminen los nuevos ciclos de carga.

Si por ejemplo queremos utilizar una batería compatible no original, por muy buena que esta sea, posiblemente tengamos problemas o bien con las garantías, o bien con el software de control de la centralita de la bici. O en el peor de los casos, que la bici salga ardiendo.

Es en este punto, y no por que alguien pueda salir herido, donde las marcas no dan su brazo a torcer para que sus bicis permitan utilizar baterías de otras marcas compatibles.

Existen empresas de reparación de baterías que certifican que esta sale del taller cumpliendo todos los requisitos de seguridad establecidos, pero ni con esas.

La mala fama que crea que una ebike salga ardiendo (van unas cuantas), hace que los fabricantes de ebikes no se fíen ni de las baterías reparadas o recicladas, ni de las compatibles.

La ley europea establece que los electrodomésticos o cualquier consumible electrónico, debe poderse reparar si el cliente así lo solicita.

Algunos fabricantes de bicicletas dejan de fabricar baterías para los modelos de ebikes más antiguos, obligando al cliente a tirar la bicicleta a la basura

Muchos fabricantes bloquean mediante el software de la bici eléctrica, para que esta no se pueda utilizar con una batería no original.

Otras marcas aclaran, que tanto los circuitos como el resto de componentes electrónicos a parte de la batería, tienen una vida útil, y no basta con cambiar las celdas internas de la misma.

Esta y otras practicas, llevan tiempo intentando ser llevadas a votación en el Parlamento Europeo, pero se sigue retrasando la decisión.

Uno de los grandes problemas son el uso de baterías compatibles de dudosa calidad o reparaciones no certificadas

Algunas empresas de de reciclaje y reparación de baterías, han visto casos donde el cliente, ante la imposibilidad de comprar un recambio original, exigido por la propia marca, han intentado reparar su batería, pero el software de la bici impide su uso al no ser 100% origianal.

El resultado, tener que tirar la bicicleta y comprar una nueva.

El crecimiento actual de las ventas de bicicletas eléctricas está siendo aprovechado por la industria a través de muchos recovecos legales, impidiendo su libre reparación e incluso su uso si no se cumple la letra pequeña del contrato.