París Roubaix 2017. Van Avermaet reina en el Infierno de Norte

Una vez más, el Infierno del Norte no defrauda. Da igual lo que esperes del monumento de adoquines por excelencia, siempre te va a sorprender. Que carrera más intensa hemos vivido. Rapidísima París Roubaix la que hemos presenciado hoy. Van Avermaet se hacía con la victoria acompañado por Stybar en segunda posición y Langeveld tercero.

:: La carrera, así ha sido

Frenética carrera, rapidísima. Un esperado guión, se ha intentado la escapada desde los inicios de la prueba pero el pelotón  no ha consentido que las diferencias fueran notables controlando en todo momento la carrera, las diferencias no han ido más allá del medio minuto en los diferentes intentos.

Las escuadras de los grandes favoritos luchando la posición para conseguir la mejor entrada posible en los primeros tramos de pavé importantes. Una caída importante en el pelotón ha tenido consecuencias produciéndose cortes en los que se encontraban figuras importantes de la carrera. Entre ellos Niki Terpstra se veía forzado a abandonar tras la caída, perdiendo la carrera a un hombre clave. A cien de meta Van Avermaet se ha visto envuelto en un percance, produciéndose un enganchón que le ha hecho perder unos 40 segundos respecto al pelotón donde Boonen y Sagan forzaban el ritmo. Sagan apretaba los dientes separándose del grupo de favoritos y llevándose con él a dos corredores pero tras un pinchazo del eslovaco es neutralizado por el grupo de Boonen y Van Avermaet. A menos de 60 de meta un esplendoroso Boonen afrontaba el liderazgo y forzaba el ritmo en los adoquines intentando producir una selección, en cabeza junto a él un Sagan que se había mostrado ya pletórico y Van Avermaet sin perderle de vista. Por delante rodaban Daniel Oss y Jasper Stuyven con unos 40 segundos de ventaja. En un movimiento táctico interesante por parte de BMC y Trek de cara a apoyar a Van Avermaet y Degenkolb respectivamente en la parte final en caso de ser necesario. El ritmo y la sucesión de los tramos de pavé ha hecho que cada vez se seleccionara más la carrera mientras Oss y Stuyven mantenían una ventaja cercana al medio minuto respecto al grupo de favoritos. A menos de 50 de meta Sagan apretaba llevándose a su rueda a Stybar aunque de manera infructuosa y se dejaban absorber de nuevo por el grupo. A la salida de Mons-en-Pévèle se formaba un quinteto por delante mientras que por detrás el grupo de los grandes favoritos con Boonen, Sagan, Van Avermaet. Así la carrera se iba a jugar entre estos corredores. Kristoff no se encontraba en este grupo así el trabajo de Katusha para con su gran favorito resultaba infructuoso. De nuevo Daniel Oss forzaba el ritmo y conseguía aumentar algo más la ventaja respecto al grupo de favoritos en un movimiento inteligente por parte de BMC y del ciclista italiano.

Ataques y contraataques en el grupo de favorito en el que todos se vigilaban tensando y destensando el ritmo. Esto propiciaba un ataque de Stybar al que se unía Sagan que en una exhibición de fuerza se separaba del resto de grupo.

A 32 de meta incidente para Sagan que tenía que cambiar la rueda trasera. Por delante un pletórico Oss al que a poco más de 20 segundos le perseguían Stybar, Langeveld, Moscon oVan Avermaet entre otros. Por detrás de estos, el grupo de Boonen y detrás intentando remontar tras el incidente Peter Sagan al que la suerte no le acompañaba. A 29 de meta Sagan conseguía contactar con el grupo de Boonen que se encontraba a unos 40 segundos del primer grupo de favoritos que continuaban persiguiendo a Oss. La falta de entendimiento en el grupo de Boonen hacía que por detrás se les uniera otro gran grupo con Demare o Kristoff entre otros. Así las cosas a 26 de meta Oss seguía comandando en cabeza con una diferencia de 20 segundos respecto al grupo de Van Avermaet. Oss levantaba el ritmo aparentemente fundido y era alcanzado por el grupo de Van Avermaet que contaba con seis unidades. En un ejemplo de libro del trabajo de gregario, Daniel Oss seguía trabajando tirando del grupo de Van Avermaet protegiendo a su líder, por detrás el nutrido grupo en el que se encontraba Boonen ya situaba la diferencia a 28 segundos a 22 kilómetros de meta.

Así llegábamos a 20 kilómetros de meta, Daniel Oss se descolgaba del grupo con un espectacular trabajo y una gran exhibición de pundonor. El grupo delantero aumentaba algo la distancia respecto al grupo de Boonen, Greipel, Sagan… y se situaba a 42 segundos. Langeveld forzaba en los adoquines intentando seleccionar la carrera. Boonen forzaba el ritmo, junto a él se situaba el ganador de la pasada edición Hayman. A la entrada del Carrefour de l´Arbre el grupo delantero contaba con 43 segundos sobre el grupo perseguidor. Van Avermaet se situaba al frente del grupo forzando el ritmo de manera frenética. Por detrás Sagan levantaba el pie, los esfuerzos de ir a la contra pasaban factura y le eliminaban para la disputa. Por delante Van Avermaet, Langeveld y Stybar. Boonen, con su compañero por delante no podía tomar la iniciativa de los perseguidores y buscaba la rueda de otros ciclistas con la intención de seguir recortando y poder llegar a la cabeza. A 12 de meta en el trío de cabeza Stybar no relevaba y dejaba el trabajo al Van Avermaet y Langeveld. Boonen por detrás y el resto de perseguidores no conseguían recortar la diferencia que ya aumentaba hasta los 46 segundos.

A 10 de meta la carrera estaba delante, el trío de cabeza se iba a jugar el triunfo en el velódromo de Roubaix. A 5 de meta la situación se mantenía estable. Stybar quizá condicionado por las órdenes de equipo no pasaba a relevo dejando el trabajo a Van Avermaet y Langeveld. A 4 de meta Stybar atacaba pero Van Avermaet no le dejaba metros y seguía el trío en cabeza. Cuando el trío de cabeza entraba en el velódromo el juego táctico de nervios de acero hacía que los perseguidores alcanzaran al trío de cabeza. Stybar arrancaba con una fuerza brutal pero Van Avermaet con toda una exhibición ganaba merecidamente en el velódromo de Roubaix.

:: Boonen, el flamenco que amaba la París-Roubaix

La historia del ciclismo moderno y en concreto de las clásicas de adoquines no se entiende sin la figura de Tom Boonen, Monsieur Roubaix. Un experto en las carreras de piedras, un flamenco que ama el adoquín, que ha amado el Tour de Flandes, pero que sobre todas las pruebas ha amado a la París Roubaix. Un Boonen con un gran estado de forma que podría haber seguido corriendo el resto de la temporada y probablemente alguna temporada más a un gran nivel. Pero un Boonen que ha decidido retirarse en su carrera fetiche. Un palmarés envidiable, una carrera plagada de éxitos donde los claros han superado a las sombras. Es obligado mencionar a Tom Boonen en esta carrera, gracias Tom por todo lo que nos has dado, por lo que has dado al ciclismo. Te echaremos mucho de menos.

Clasificación General de la París-Roubaix 2017