Las oscuras noches navideñas Asturianas, Cántabras y Vascas fueron iluminadas por la furia de las llamas que devoraban los frondosos bosques de sus montañas.
Tras las primeras investigaciones, estas apuntan con mucha certeza a que fuesen provocados intencionadamente, dado que en el caso de Asturias , se hace complicado pensar que se puedan generar 100 focos de incendio de forma natural. Las sospechan señalan directamente a cazadores y ganaderos como posibles autores de los hechos, con un fin común, en el que el lobo aparece en el centro de la diana.
Unos, con el propósito de conseguir mayores pastos y alejar a los lobos de sus rebaños. Los otros, para alejar a este can salvaje de sus presas, esas que tanto ansían apresar los cazadores.
En los últimos años, ciclistas y todo tipo de deportistas o amantes de la naturaleza, hemos visto como una nueva guerra se alzaba en nuestro entorno. Sí bien toda la vida habíamos visto como las fechorías de ganaderos y cazadores afectaban a marchas organizadas, donde su marcaje se veía modificado por los mismos. De años atrás a día de hoy, ganaderos y cazadores han ido adquiriendo un mayor poder sobre el uso a su antojo de los montes.
En otras zonas no se pueden descartar otros fines, dado que con la modificación de la Ley de Montes que aprobó recientemente el Congreso de los Diputados, que permite construir en terreno incendiado. Dejando vía libre a las Comunidades Autónomas, para que recalifiquen el suelo que haya sufrido incendios si hay motivos de interés público. Sin que tengan que pasar los 30 años marcados como plazo en la anterior Ley de 2003.
Blanco y en botella: Compro suelo forestal → Incendio el monte → Recalifico el terreno → Vendo el suelo urbanizable. ¿No te parece un buen negocio?.
Para los ciclistas primero fueron las trampas, donde una multitud de ciclistas vieron peligrar sus vidas. Entre las que sufrimos la muerte de un ciclista en Cantabria y la postración en una silla de ruedas de Diego, el biker Pontevedrés (plataforma DIEGO SOMOS TODOS).
Por si aún fuera poco, cargos políticos impulsaron nuevas leyes respaldando a cazadores. Leyes que les amparaban para cortar caminos públicos para no ser molestados por ciclistas u otros usuarios. Cuando esos pasos son de uso publico y dan acceso a los montes que disfrutamos todos.
Lo que no escapa a nuestros ojos es la posible nueva culpabilidad de cazadores y ganaderos ante una destrucción de hectáreas de precioso paisajes aniquilados ante nosotros. Vegetación que tardará años en recuperarse, especies obligadas escapar en el mejor de los casos, muertas en el peor de ellos. Un desierto de cenizas donde antes abundaba la fauna verde, oscurecido por la mano del hombre, bajo intereses de unos pocos que coartan el disfrute del resto.
Y ahora ¿qué?. ¿Son los ciclistas quienes deterioran los montes?
Creemos que va siendo hora de actuar, de hacer algo con los responsables de estos hechos y que paguen por sus delitos.
Por eso el primer paso es firmar esta Carta al Congreso de los Diputados. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente solicitando que los terrenos quemados por el fuego, no se puedan utilizar para nada distinto a lo que estaban dedicados. Que no se pueda explotar la madera quemada, ni urbanizar.
Deberán ser recuperados para la misma finalidad al menos durante 30 años.
