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Nuestra Huelva Extrema 2017

Un año más, repetí participación en la Huelva Extrema, en esta edición, acompañado de mi hermano mayor, gran aficionado a las pruebas cicloturistas de carretera, pero que nunca participó en una ultramaratón de BTT y se sorprendió por su dureza, exigencia y magnífico recorrido.

Domingo, 30 de abril, era la fecha señalada en rojo en nuestro calendario deportivo, aprovechando las festividades del 1 y 2 de mayo, nos desplazamos con la familia para realizar la ruta en bici mi hermano y yo, y el resto de la familia, para disfrutar de la marcha en los distintos puntos habilitados.

La prueba recorre la provincia de Huelva de Norte a Sur, partiendo de la serrana localidad de Almonaster la Real y llegando a la costera Punta Umbría. Atraviesa el Parque Natural de la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche, con sus bosques de robles y castaños, pasando por la comarca minera de Río Tinto, con el peculiar color de sus aguas y riberas debido a la gran cantidad de hierro; después transita por la Comarca de El Andévalo, llena de preciosas dehesas con encinas y alcornocales.

Sigue por interminables campos de cultivo de las famosas fresas de Huelva, y nos conduce a través de bellos espacios naturales a la zona de marismas y lagunas, para concluir por las dunas de los pinares de la turística población de Punta Umbría.

Superamos más de 2.800 m de desnivel positivo acumulado, que en sus primeros 56 km resolvemos 1.300 m, datos suficientes de cualquier prueba de Rally BTT, y aún tienes por delante el reto de recorrer con éxito 130 km más, con caminos pesados por el agua caída durante la semana, incluso con gran cantidad de charcos.

Almonaster la Real amaneció con un cielo cubierto, temperatura fresca pero ideal para dar pedales y durante el recorrido, nos acompañaron sucesivos chaparrones, intercalados con breves ratos de sol.

A las 8:30 h, partimos los 1.500 bikers desde tres distintos cajones, con una diferencia de quince minutos entre cada uno, para evitar las aglomeraciones, aunque fueron inevitables, sobre todo tras los primeros kilómetros rapidísimos por carretera y enfilar la primera de las subidas por sendero. A la altura de Jabugo, nos encontramos con varios pasos de ríos con bastante caudal, incluso la organización decidió evitar el paso por el Río Odiel, por el gran caudal que llevaba.

La marcha por la sierra discurre entre subidas cortas e intensas, con porcentajes de hasta el 23 %, con bajadas rapidísimas, hasta que llegamos al avituallamiento de Mina Concepción, donde transitamos por lo que fue el recorrido de un tren minero desmantelado, atravesando puentes y túneles.

En Zalamea la Real, estaba situado el primer punto de corte de la prueba y para llegar a tiempo, fuimos apurados porque en la ascensión nos encontramos con un gran chorro de agua que rompía el sendero y que provocó un gran embotellamiento, generando nerviosismo entre los participantes más rezagados.

Continuamos la marcha y se van sucediendo las largas bajadas, que ya no son tan inclinadas y que dan margen al pedaleo y a un continuo desgaste físico. Y para complicarlo algo más, percance mecánico, cuando se torció un eslabón de la cadena de mi hermano y tuvimos que reparar de forma improvisada. Sin poder bajar el plato grande hasta llegar a San Bartolomé de la Torre, en el km 137, segundo punto de control y asistencia mecánica.

Desde aquí a la llegada en Cartaya, el terreno abandona los senderos y pistas menos estrechas, para adentrarse en una zona más seca, con peor drenaje y con más agua acumulada en la superficie del camino.

Los caminos son interminables a la vista y las pistas por terreno de pinares, con arena suelta, empiezan a hacer mella en nuestras cansadas piernas y empezamos a pasar a compañeros de ruta con visibles señales de fatiga. Ya teníamos 157 km recorridos.

Llegamos a divisar el mar y las sonrisas se apoderan de nosotros, nos incorporamos a un tramo de carril bici que discurre por toda la costa, para salir a un camino que nos acaba de rematar hasta llegar a el Polideportivo de Punta Umbría, donde los aplausos del público y familiares te invita a esforzarte para poder terminar.

Llegada a la meta dentro del tiempo establecido, besos y abrazos a los familiares y a por la merecida ducha y comida.

Esta prueba, es absolutamente recomendable para todos los amantes del MTB y en especial, para los que amen las largas distancias. Es exigente y no puedes pensar que al salir de la montaña y acabar en el mar , va a ser todo en terreno favorable. Hay zonas con trampas y emboscadas que se suceden sin descanso.

Buena organización, magnífico ambiente, completos avituallamientos y sobre todo la belleza de una provincia como Huelva, con sus grandes contrastes. Yo, ya estoy pensando en la próxima edición.

Texto: José Luis y Javier Juárez.

Fotos: CanoFotoSports