Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Ningún coche va a menos de 30 km/h por los timocarriles bici madrileños

Un timocarril madrileño frente a la famosa Puerta de Alcalá de la capital.

Es imposible, o eso parece. Los carriles 30 de Madrid, más conocidos como «timocarriles«, supuestamente ciclo calles o ciclo carriles, es decir, para bicicletas, son inútiles.

Y no es que sean inútiles para circular en bici por ellos, sino para calmar el tráfico y la velocidad de los coche.

Por miles y miles de señales de «máximo 30 km/h» pintadas sobre el asfalto, basta sentarte frente a cualquiera de estas vías, para comprobar que prácticamente nadie respeta esa velocidad.

La falta de carriles bici segregados hizo crear los timocarriles

Pintar un 30 sobre el asfalto es mucho más barato que crear un carril bici en condiciones segregado del tráfico.

Además, no resta espacio al coche, pues cualquier vehículo puede circular por los carriles 30 de la capital.

Según la definición en la página web del Ayuntamiento de Madrid:

«Una ciclo calle o un ciclo carril es vía ciclista especialmente acondicionada, destinada en primer lugar a las bicis y en la que los vehículos motorizados deberán circular a una velocidad máxima de 30 Km/h, o inferior si así estuviera específicamente señalizado.»

¿Quién va a 30 kilómetros por hora en una ciudad tan loca como Madrid?

Eso es, nadie, o casi nadie, porque seguramente salga alguien diciendo el típico «pues yo voy a 30 y he visto a más gente»…

Pero pese a que la culpa es de un Ayuntamiento que no ha hecho prácticamente nada para limitar el uso del coche privado y crear vías ciclistas seguras en los últimos años, hay otro culpable más.

No, no son los conductores, es el ser humano, o al menos el ser humano «español».

Si pone a 30, apuramos al máximo la multa (lo de las multa por exceso de velocidad en ciudad es otro chiste más), y circulamos a 35, o a 40 km/h. Eso los más prudentes.

En autopista es exactamente igual, o en vías interurbanas. Si pone a 120 km/h de máxima, vamos 127, o 140 cuando sabemos que no hay radares.

Y así con todo.

No, los carriles 30 madrileños han llenado de pintura la calzada, pero sigue habiendo el mismo número o más de coches y las velocidades son exactamente las mismas que sin ese 30 y esas bicis pintadas de blanco.

¿Solución?. Echarle valor para moverse en bicicleta por Madrid, porque hace falta mucho.