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¿Montas en bicicleta de carretera? ¿Y no te da miedo?

Probablemente muchas veces acabas siendo preguntado con esas cuestiones cuando has iniciado una conversación en la que explicas que una de tus aficiones, pasiones, entretenimientos, vías de escape y/o deporte favorito es el ciclismo de carretera. Volvamos a repetirlas: ¿Montas en carretera? ¿Y no te da miedo? Ya te va sonando.. ¿verdad?

Seguro que si montas habitualmente en bicicleta de carretera no te son ajenas estas preguntas ( Y otras como ¿Que mi bicicleta es cara?) y dependiendo del estado de ánimo con el que te pille, contestarás con mayor o menor detalle de por qué esta práctica del ciclismo no depende de tener o no miedo a la carretera, sino de simplemente disfrutar de ello y convivir con el resto de vehículos.

«Me niego a ver mi deporte favorito como una temeridad, me niego (o al menos me contraria) a tener que dar un argumento cada vez que conozco a alguien y pone cara de asombro al citarle el “ciclismo de carretera” entre mis aficiones preferidas.»

En Iberobike somos insistentes en hacernos eco de la convivencia necesaria entre los vehículos a motor y las bicicletas en las ciudades y carreteras españolas. Partimos de que el respeto al ciclista debe ser la base ante la desigualdad en cuanto a seguridad respecto al resto de vehículos y también ofrecemos pautas de buena conducta en forma de decálogo a ciclistas y conductores para facilitar esa inevitable convivencia. Hasta aquí, todo correcto.

Pero debe quedar mucho camino por recorrer cuando constantemente me pregunta la gente si no supone cierta temeridad practicar el ciclismo de carretera y muestran su preocupación ante mis constantes entrenamientos de 3, 4 o 5 horas en las carreteras españolas. Pues no señores/as. Me niego a ver mi deporte favorito como una temeridad, me niego (o al menos me contraria) a tener que dar un argumento cada vez que conozco a alguien y pone cara de asombro al citarle el “ciclismo de carretera” entre mis aficiones preferidas.

¿Acaso si le digo que mi afición preferida es subir puertos con una moto de gran cilindrada ya no entro dentro de la peligrosidad? ¿Y si mi afición de fin de semana es visitar cuántos más bares mejor? En fin..

Quiero pensar que esa sensación de peligrosidad que causa el deporte que practico tiene que ver con que a año 2015 siguen exitiendo cifras de siniestralidad más que llamativas en las ciudades y carreteras españolas en las que se ve implicado un ciclista. Demos la vuelta a la tortilla y a partir de ahora me platearé contestar a las citadas preguntas que dan título a este artículo con preguntas del estilo:

¿Sabes que en 2014 hubo 3,1 fallecidos diarios en las carreteras por accidente de coche?  

¿No te da miedo ir en coche?

¿Sabes que en el verano de 2014 (julio y agosto) hubo 223 fallecidos en las carreteras (3,7 fallecidos diarios)?

¿No te da miedo que lleguen las vacaciones?

¿Sabes que 53.600 muertes de las 410.000 que hubo en 2013 en España, estaban vinculadas al sedentarismo y con un poco de ejercicio se podrían haber evitado ¿No te da miedo pasarte todo el día sentado?

Lo dicho, los que practicamos ciclismo de carretera lo hacemos porque nos gusta, porque nos aporta algo, porque lo necesitamos, porque forma un pedacito más de nuestra vida, igual que lo es la familia, el trabajo, o lo son otras aficiones y obligaciones de nuestra vida cotidiana. ¡A mi no me da miedo practicar el ciclismo! ¿Y a ti?