Un reciente estudio realizado por la presitigiosa revista online de ciclismo Iberobike.com, ha llegado a la conclusión que, el 52,5% de los conductores de vehiculos a motor, en concreto los de automóviles de turismos, utiliza el teléfono móvil o smartphone mientras va conduciendo.
¿Qué es un «microestudio»?
El estudio se ha realizado en una carretera urbana del territorio nacional, de España vamos, elegida al azar y durante un periodo o duración de una hora, también elegida al azar (eran sobre las 18h de la tarde).
Durante estos 60 minutos, se han contabilizado todos los coches que han pasado por dicha vía, y entre todos ellos, también se han contabilizado los que estaban manipulando un teléfono móvil, ya sea hablando, escribiendo, mirándolo, o simplemente sosteniendolo en sus manos mientas conduce.
¿Cómo se recogen los datos en un «microestudio»?
Sencillo, puedes utilizar tu propio teléfono móvil para apuntarlo o como hemos hecho nosotros, papel y lapiz. Se suman los conductores que usan el móvil al volante y los que no, y se hace la media.
Nosotros hemos aprovechado también la hora para merendar bajo una sombra al lado de la carretera.
Otros estudios, los de siniestros en carretera y entre los que se encuentran los atropellos ciclistas, demuestran que el uso del teléfono móvil al volante ya es la primera causa de accidentes en carretera.
Esto demuestra que más de la mitad de los conductores no le importa su vida, la de los pasajeros con los que viaja ni la de los demás usuarios de la vía, como las bicicletas y los ciclistas.
El uso del móvil al volante ya es la primera causa de siniestros en España
Desde hace ya varios años, la Policía de Tráfico investiga cada siniestro en busca de indicios que demuestren que el conductor se encontraba utilizando su teléfono móvil en el momento del accidente.
Las penas por provocar la muerte a alguien mientras vas al volante con una mano y al teléfono con la otra, son de chiste en España, y van desde los 12 meses a los 4 años como máximo.
Por favor, al volante, deja el móvil en silencio y guardado en la guantera lejos de la tentación de tan si quiera mirarlo cuando vibre.
